Bueno sería aclarar qué se ha establecido como ‘Transfuguismo,’ y su consideración de “Tránsfugas”, para poder entender mejor lo que nos quieren colar en la vida política (¿y religiosa?) en Gran Canaria con todo el descaro del mundo, y sin ruborizarse apenas.
El ‘Pacto Antitransfuguismo’, suscrito por la mayoría de los partidos políticos españoles en 1998, (renovándose en tres Adendas posteriores en los años 2000, 2006 y 2020) establece el Acuerdo sobre el código de conducta política en relación con el transfuguismo en las instituciones democráticas, que en su Primer Acuerdo fija y dispone la Definición de TRÁNSFUGA:
“Se entiende por “tránsfugas” a los y las representantes locales, autonómicos y estatales que, traicionando al sujeto político (partidos políticos, coaliciones o agrupaciones de electores) que los y las presentó a las correspondientes elecciones, hayan abandonado el mismo, hayan sido expulsados o se aparten del criterio fijado por sus órganos competentes. De igual manera, en el mismo apartado, se establece que será el sujeto político (partidos políticos, coaliciones o agrupaciones de electores), que los ha presentado quien aclarará por escrito quienes han abandonado la formación, han sido expulsados o se han apartado de su disciplina, a efectos de su calificación como tránsfugas.”
Habiendo expuestos estos puntos iniciales normativos (y éticos, añadiría) queda suficientemente claro que las personas del sector “autodenominado renovador” (tiene gracia la cosa: los principales valedores de este sector llevan más de 2 o 3 décadas en las poltronas con sus cargos políticos y sus sueldos en las instituciones locales, ayuntamientos, cabildos, etc) son considerados, sin lugar a duda alguna, TRÁNSFUGAS DE MANUAL DE LIBRO.
Estos autodenominados “renovadores críticos” han criticado mucho la práctica del ‘Transfuguismo’ durante años en las instituciones canarias. Miren ustedes por dónde, que ahora, en un claro y contundente ejemplo de mala praxis política democrática, no quieren que los llamemos “tránsfugas”, cuando clarísimamente siguen y cumplen todos los preceptos del manual del Transfuguismo. ¡Fíjate tú por dónde cómo son las cosas!
En estos días, una vez han provocado un ‘cisma’ dentro de la organización de Nueva Canarias, planeado hace casi más un año desde algún tipo de ‘Sínodo’ previo, este “sector renovador” ha convocado el ‘Cónclave de Tránsfugas’ para reafirmar dicho ‘cisma’ públicamente, con toda la parafernalia y pomposidad periodística. Este Cónclave, formado mayoritariamente por ‘sacristanes’ de poca monta, algún ‘sacerdote’ seguidista, algún que otro cardenal de perfil bajo, y su camarlengo oficial, con la planificada ausencia de su más que previsible líder espiritual (escondido siempre para que no se le vea las vergüenzas), quiere también establecer la fecha de la fumata blanca donde se proclamará al ‘autoelegido y autoaclamado’ Papa “Teodorus V” de la Ciudad de los Caballeros, a propuesta probablemente del obispo y líder espiritual “Antonius Moralis I” del feudo episcopal de la villa de Agüimes, para ser el representante máximo de Gran Canaria ante las Cortes Generales en próxima convocatoria electoral.
Todo ello viene acompañado de la máxima aprobada y repetida frase, en forma de mantra, por cada uno de las personas participantes (‘sacristanes’ en su mayoría) del Cónclave: “En los pueblos se votan a las personas, y aquí estamos las personas de los pueblos de Gran Canaria”. Frase planificadamente expresada con el objetivo de confundir a los creyentes, y así alejarse de la consideración de “Tránsfugas”, como si ellas se presentaran a las elecciones de manera individual y en nombre del ‘espíritu santo’. Ya el camarlengo oficial “Oscarus Hernández II”, de igual procedencia que su líder espiritual, viene repitiendo el mismo mantra públicamente hasta la saciedad con el que quieren justificar su negativa a la entrega de las actas al legítimo y democrático dueño y sujeto político (partido político, coalición o agrupación de electores) por el que se presentaron. Así quieren implantar definitivamente en Canarias la ‘corriente político-religiosa’ llamada “Quítate tú pa’ ponerme yo”.
Sólo falta conocer la mencionada fecha de la fumata, y también, por ende, los más que probables intereses personales y espurios de este sector para poder terminar abrazándose a la ‘corriente religiosa-política’ corrupta y de derechas. Del nacionalismo caciquil de la Inmobiliaria ‘Coalición Canaria’, precursor de la entrada del fascismo en los gobiernos de instituciones locales canarias.
Si practicaran una mínima de decencia política, las personas de este sector tendrían que dimitir y entregar sus actas a sus legítimos y democráticos dueños de la organización por las que se presentaron. La otra es que pasaran al grupo de los ‘no adscritos’. Para una y otra cosa, estas personas deberían tener algo de decencia, de dignidad, de honradez y de vergüenza política. Creemos que ninguna de estas cuatro virtudes están representadas en este Cónclave de la Vergüenza (o ¿de los sinvergüenzas quizás?).
Ditoseadios …, y pensar que la palabra del concepto “tránsfuga” se define también con sus sinónimos sustantivos “traidor”, “desleal” o “impostor”.
Andrés Ramírez Santana. Profesor de Enseñanza Secundaria