El pasado sábado 7 de febrero, la capital española, fue escenario de la segunda cumbre de «Patriotas por Europa»; una plataforma que reúne a líderes ultraliberales o de la ultraderecha europea, donde se incluye, por España a a Santiago Abascal de Vox; Marine Le Pen por Francia; Matteo Salvini por Italia, y Victor Orbán por Hungría.
La Cumbre, patrocinada por Vox, se celebró en el Hotel Marriott Auditórium de Madrid y contó con la asistencia de mucho público y más de 200 periodistas de todo el mundo.
La cumbre, que se titulaba, «Hacer Europa Grande Otra Vez”, y buscaba consolidar una alternativa al consenso actual de populares y socialistas en la Unión Europea.
Los líderes presentes coincidieron en que, la clara y contundente victoria de Donald Trump en Estados Unidos, es un signo de un cambio de paradigma, al Europa también debe aspirar.
Por su parte, Santiago Abascal destacó que: «la libertad debe regresar a Europa» y que «el mundo está cambiando a mejor.
Otro de los lideres, esta vez Víctor Orbán de Hungría, apuntó en su discurso que: “Europa debe comenzar la reconquista”. Digo yo, que si estaría pensando en Don Pelayo en la batalla de Covadonga.
Entre los temas principales de la Cumbre, se abordaron la soberanía nacional, la defensa de la identidad europea y la lucha contra el «wokismo”, como llama Donal Trump de forma despreciativa a los socialdemócratas y a todos lo que no piensan como él.
Los líderes europeos asistentes criticaron la corrupción en Bruselas y las políticas de inmigración, energía, ecológicas verdes y regulaciones, que consideran perjudiciales para Europa.
Destacando la afirmación de Santiago Abascal quien afirmó que, «el gran arancel es el pacto verde de Bruselas».
La cumbre ha generado diversas reacciones; Por un lado, los partidos progresistas y de izquierda la han criticado como una amenaza a los valores democráticos y la diversidad cultural de Europa; por otro lado, los seguidores de «Patriotas por Europa» ven en la Cumbre un paso “necesario” para recuperar el sentido común y la grandeza de las naciones europeas.
Desde mi humilde opinión de mauro de Telde, creo esta Cumbre de Madrid, si algo dejó meridianamente claro, (siempre según ellos), es la creciente influencia de la ultraderecha en Europa y su deseo de cambiar el curso político actual del continente.
La victoria de Trump en Estados Unidos ha servido como catalizador para estos movimientos, recordándonos que no se cansan de advertirnos y recordarnos que la responsabilidad del futuro económico y la seguridad de Europa está en nuestras manos.
Sin embargo, en la Cumbre también ha destacado las divisiones existentes y la necesidad de un diálogo inclusivo para abordar los desafíos a los que enfrenta Europa.
Esto último y sigo diciendo que es siempre desde mi humilde parecer “mauro”, fue una de las pocas cosas sensatas que se dijeron ese día, pues siendo como soy un demócrata humanista convencido, ese “rejo” aparentemente diabólico del rubio americano, no me gusta nada para aplicar en la vieja Europa, de la tan orgullosos nos sentimos.
Hoy Europa es un continente ejemplar, grande, plural, democrático, primer defensor de los Derechos Humanos, que mira al futuro con ilusión, esperanza y que además es un espejo donde se puede mirar el resto del planeta como así lo ha sido desde la más remota antigüedad.
Sr. Trump, debo confesarle que, su infantil eslogan, “American first”, con el que se le llena la boca cuando lo proclama a los cuatro vientos, me resulta hasta simpático; aunque tiene que reconóceme que, peca “un pisquito” de chulesco. Lo que por otra parte no es de extrañar, viniendo de quien viene “un rubio yankee” cortito de intelecto, aunque forrado de dólares, que se cree además “el pistolero” más rápido de la aldea perdida en el salvaje oeste, donde imponía su “Ley del miedo” a punta de Colt 45 largo.
Claro que esa película ya la hemos visto miles de veces y al final aparecía siempre, “el bueno”, más rápido que él en el arte de desenfundar el arma y sacando su revolver a la velocidad del rayo, acababa matándolo en un duelo frente al clásico Saloon americano,( aunque la película se rodara en Almería) donde en la puerta se amarraban los caballos y así, después de caer al suelo el susodicho “malo”, se restablecía la paz en el poblado; justo al mismo tiempo que a mí se me acababa a mí el paquete de “rosca” (palomitas de maíz, para los foráneos), que había previamente comprado “ a cá” Juanito el jorobado, durante el descanso, para ir comiéndolas lo que durara la segunda parte del film.
Pero lo que usted no sabe míster Trump, como tantas otras cosas de esta vida, es que los europeos del viejo continente, esos a los que usted desprecia tanto, también tenemos un eslogan algo parecido, pero como no podía ser de otra forma, más humano y que reza así: “Europe firt, but shaking hans wit the Word
Normalmente lo decimos utilizando el latín, madre de todas nuestras lenguas europeas, “Europa praecedit, sed mundum excutit manus”, pero como no sé porque me da, que, si usted no es capaz entender el español, seria perder el tiempo el que pudiera intentar traducir; así que, he creído conveniente escribírselo en inglés; que por cierto, no es el idioma nativo ni exclusivo de USA, por mucho que a usted le duela o borre el español , idioma del imperio, de los portales web de las páginas oficiales de la Casa Blanca, demostrando así y una vez más, corta inteligencia o meta a los indios americanos en reservabas, para que se vayan extinguiendo poco a poco, como lo que pretende con su leonina idea para llevar a cabo con los Palestinos gazaties. (Los naturales de Gaza, por si no conoce el gentilicio)
Si algo tengo claro, es que cada vez me siento mas orgulloso de mi patria España y de mi continente Europa, al que usted amenaza, día sí y día no, con su particular revolver de las “tasas arancelarias”. ¡Tenga cuidado forastero! No le vaya a salir el tiro por la culata, que… ¡Casos se han dado! Y como decimos en canaria…. “Ese tabaco, me lo picas finito, que lo quiero para la cachimba nueva”, Y no olvide que…” La penca de tuno que está para uno, no hay baifa que se la coma
Pero volvamos, para concluir, a la famosa cumbre ultraliberal de Madrid, motivo de mi artículo.
Esta reunión de “Patriotas por Europa” , acabó como comenzó, dando demasiado olor a viejas ideas trasnochadas, caducas y en ocasiones hasta vergonzosas por ofensivas para los que NO nos sentimos, ni de izquierdas, ni de derechas y mucho menos medio pensionistas, sino más bien simplemente humanistas demócratas europeos, defensores de nuestras virtudes como pueblo milenario que somos.
¡Qué cosas!
(*) Julio César González Padrón. Marino Mercante y escritor