Parece que, a pesar de los vientos alisios que nos acompañan todos los veranos en Telde, por el edificio de El Cubillo predomina la «calma chicha». «No se mueve una paja» por el Ayuntamiento. La quietud es impresionante. La gestión es sencillamente nula…
La última ha sido la pérdida de seis plazas de la Oferta Pública de Empleo de 2020 por dejar caducar el expediente sin haber sido capaces de tramitarlo. Dos plazas de ingeniero, dos de arquitecto, una de técnico de contabilidad pública y otra de economista. Y la concejala de Recursos Humanos dice que ha sido por falta de personal. «Ya el conejo me riscó la perra«…
De entrada, la señora concejala podría echar las cuentas y vería que ahora mismo cuenta con más personal que el Gobierno anterior, para ser exactos se han incorporado a la plantilla nueve Técnicos de Administración General y nueve auxiliares administrativos. Por favor, no nos eche «la cuenta de la pata«…
También, en un ejercicio de memoria, habría que recordar que el déficit de personal municipal (no sólo en Telde, sino en muchas otras administraciones) viene debido a las políticas de ajuste del señor Montoro, que impedian la contratación de personal nuevo cuando se producían jubilaciones, asi como la imposibilidad total para Corporaciones endeudadas. Y Telde lo estaba y podría haber seguido así hasta 2032, de no haber liquidado esa deuda el Gobierno anterior…
Ahora anuncian una nueva Oferta de Empleo Público para ofertar esas plazas en un futuro. «A conejo ido, palos a la madriguera«…
Mientras tanto, los clubes deportivos siguen esperando el dinero de las subvenciones que debían haber cobrado hace tiempo. Y mientras el concejal del área dice una cosa, el señor alcalde dice que ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Falta tiempo para gestionar, las fiestas y los posados para las fotos dejan poco tiempo para lo demás…
Y si no, que le pregunten a los ciudadanos, que siguen esperando por un asfaltado que no sólo no llega, sino que el Plan presentado actuará sobre 92 calles, en vez de las 200 previstas con anterioridad. Y lo lanzan como una inversión millonaria y un gran logro por su parte. «Me lo pican menudo, que es para la cachimba«…
También se anuncia unos Presupuestos para el año 2024 que huelen un poco raro. De entrada, reducen el plazo para que la oposición pueda presentar enmiendas, sólo cinco días. El Proyecto de Presupuestos ha aparecido de buenas a primeras, como si se hubiera elaborado «de prisa y corriendo«, tras un año en el que todo, como mucho, ha ido «al golpito«. Pero lo peor es lo absurdo que parece a estas alturas del año: teniendo en cuenta los plazos legales y con un mes inhábil (agosto) de por medio, las concejalías no dispondrán de su parte hasta el último trimestre del año, lo que hará imposible su ejecución antes del 31 de diciembre. «¡Qué cabezas para un caldo de pescado!«…
¿No hubiera sido más lógico y responsable centrarse en preparar en tiempo y forma unos Presupuestos para 2025? ¿O esto es simplemente otra foto de cara a la galería? Para que no nos coja ninguna sorpresa habrá que «abrir el ojo y desparramar la vista«…