El cisma en el Colectivo Ecologista Turcón, que el pasado viernes se rompió en dos facciones durante una asamblea que acabó con la destitución de su presidente, Honorio Galindo, ha puesto en crisis al movimiento por la defensa de la naturaleza, con denuncias sobre interferencias de grupos políticos, en concreto de Nueva Canarias (NC), para presuntamente desactivar las numerosas denuncias que este grupo ecologista de Telde ha interpuesto contra proyectos como la central de Chira-Soria, el Siam Park, el entubamiento del Barranco de La Mina, las cortapisas a la protección del pinzón azul, las construcciones irregulares en el Pinar de Tamadaba o el mantenimiento de hoteles en las Dunas de Corralejo de Fuerteventura.
De las decenas de demandas sobre estos asuntos, unas han sido archivadas y otras siguen vivas en los juzgados. Al respecto, la nueva dirección de Turcón negó que la sustitución del presidente se deba a un intento de frenar esas denuncias y aseguró que se continuará adelante con todas ellas, incluso en las que no ha habido unanimidad dentro de la organización. Además, precisaron que muchas de esas denuncias no han partido de Galindo, sino de otros socios.
El conflicto interno en Turcón, que previsiblemente se tendrá que resolver en los tribunales ante las posiciones irreconciliables de ambas partes, ha acabado afectando a la imagen de todo el movimiento ecologista y durante el fin de semana se han recrudecido los enfrentamientos en las redes sociales, al considerarse que se ha perpetrado «un golpe de estado» contra Honorio Galindo por no plegarse a las presiones de otros miembros de Turcón que a su vez ostentan cargos públicos en instituciones gobernadas por NC, como Manuel Amador, director general de Medio Ambiente del Cabildo, o Álvaro Monzón, concejal de esa área en el Ayuntamiento de Telde.
Documentación
Las críticas de Galindo y sus seguidores se dirigen expresamente a Juan Jiménez, hasta el viernes secretario de Turcón, al que acusan de convocar la asamblea de socios de forma «totalmente ilegal» y de «apropiarse» de documentación de las demandas que se han interpuesto en los tribunales de justicia o ante la Agencia de Protección del Medio Ambiente del Gobierno de Canarias. También le reprochan que la nueva presidenta de Turcón, Consuelo Jorge, elegida con 18 votos a favor, sea su pareja.
La Federación Ecologista Ben Magec, que también se ha visto salpicada por las críticas lanzadas desde Lanzarote por Pedro Hernández, miembro del grupo ecologista El Guincho, sobre su supuesta falta de independencia frente a determinados grupos políticos, se mantiene «a la espera de recibir información» de las partes enfrentadas para emitir un pronunciamiento oficial, según adelantó un portavoz.
En declaraciones a este periódico, Galindo anunció que va a impugnar la elección realizada el pasado viernes al entender que la asamblea fue convocada de «forma fraudulenta», vulnerando los estatutos de la organización y sin dejarle acceder al listado de socios con derecho a voto.
Al respecto, manifestó que al enterarse de que Jiménez había convocado la reunión sin ni siquiera consultarle, cuando esa potestad recae en el presidente, pidió que se retirara del orden del día el punto 10, el de la renovación de la Junta Directiva, pues él también pretendía presentarse a la reelección. Ante la negativa, decidió abandonar la asamblea para no avalar dicha votación.
Según Galindo, uno de los argumentos que esgrimieron sus adversarios para mantener la elección y bloquear su candidatura es que lleva 11 años en el cargo de presidente y los mandatos deben limitarse en el tiempo, a lo que les recordó que Juan Jiménez estuvo al frente de la organización durante 14 años y nunca se cuestionó.
En respuesta a esas acusaciones, Jiménez sostuvo que la asamblea se convocó «como se hace habitualmente», para proceder, entre otros puntos, a la renovación de un tercio de la Junta Directiva. «Entre los cargos a renovar estaba el de presidente y el de secretario, ya que ambos habíamos puesto el cargo a disposición en la última asamblea», detalló.
Jiménez, que aseguró que no quiere alimentar el conflicto con sus compañeros y espera que sigan en Turcón, precisó que en el último momento, 24 horas antes de la asamblea, Galindo presentó un escrito pidiendo que no se procediera a la renovación de su cargo y pidió tiempo para volver a presentarse, «alegando que efectivamente puso su cargo a disposición de la asamblea, pero quiere volver a presentarse con más tiempo».
La asamblea, según su versión, no tomó en consideración el escrito del presidente por presentarlo fuera de plazo y decidió continuar con lo previsto, a lo que Galindo respondió que no aceptaba la decisión de la asamblea y abandonó la reunión «con descalificaciones hacia los presentes y amenazas de impugnación».
Después se abrió una ronda de intervenciones y se pidió a Galindo que se reincorporara a la asamblea. «Finalmente se procedió según lo previsto a votar la propuesta de nuevos cargos, pero el presidente saliente no aceptó los resultados y se reafirmó en impugnarlos; esto fue lo que pasó, lo demás son valoraciones», puntualizó Jiménez.
Manuel Amador, por su parte, negó que NC esté detrás de la defenestración de Galindo y comentó que desde hace más de un año se venía planteando su sustitución por no consultar las iniciativas con la asamblea o con el resto de la Junta Directiva. En su opinión, «lo que ha ocurrido es que la vieja guardia de Turcón, los miembros históricos, se han unido para recuperar el prestigio de la organización». Al igual que Jiménez, Amador aseguró que se va seguir adelante con las denuncias presentadas, pues así lo acordó la asamblea.
Por contra, Rosario Correa Bordes, socia de Turcón y promotora de las demandas sobre presuntas obras ilegales en Tamadaba, afirmó que la sustitución de Galindo fue «una maniobra burda y sucia» por parte del secretario y de un pequeño grupo de miembros. «Ha sido una conspiración en toda regla y al margen de los estatutos, pues la candidatura de la nueva presidenta se presentó fuera de plazo», señaló Correa, quien subrayó que «ha sido una puñalada por la espalda a un compañero que lleva más de 30 años luchando por el medio ambiente y demostrando su honradez y su decencia».