Con la total entrega de mi corazón y el profundo amor de mi alma
A todas las hijas a hijos, nietas y nietos de Isabel, Carmen y María…
de Judith, Rebeca y Esther, de Fátima, Ázima y Zahira.
Si todas ellas se unieran en una sola voz al despertar y tomar conciencia de su invencible fuerza y valor, se acabarían todas las guerras y enmudecerían todos los canallas que las provocan. GANDHI y MANDELA volverían hoy a dejar la sucia e insana Codicia sin garras y desnuda ante el espejo con el viejo y tétrico retrato, en sepia, de todos los fabricantes y traficantes de armas y sus ser-viles servidores, los políticos banales y venales.
Pararemos esta guerra y todas las malditas guerras, el día que logremos conjuntamente que todas las madres judías, cristianas y musulmanas alcen su voz y se fundan en un fuerte y solidario abrazo de hermanas abriendo y uniendo sus limpias manos, sus corazones y sus almas con sus plegarias y cantos A la Libertad y Fraternidad, la Igualdad, el Amor y la VIDA
Que, por encima de todos los credos religiosos y políticos, filias y fobias, colores y banderas de los -ismos, y partidos partidistas excluyentes, por encima de toda consideración y valor, está y estará siempre el valor intransferible y supremo de la Vida, el AMOR y los versos, y está el más debido respeto a los diferentes que nos complementan, humanizan y enriquecen con su lengua y su cultura, su preciosa y solidaria presencia. Las niñas/os de Israel y Palestina, del mundo, son todas/os mis HIJAS/OS.
Nunca en mi dilatada vida y lucha contra todos los atropellos a los derechos humanos y contra todas las injusticias de las guerras, me he sentido tan mal y horrorizado como hoy me siento. Y la verdad es que me veo impotente sin saber qué más yo puedo decir y hacer, aparte de escribir para poder mirarme al espejo cada mañana y dar público testimonio de toda la ansiedad que me oprime y desgarra el pecho al sentir los latidos de mi corazón cautivo y de mi alma partida -por igual- desde niño y luego adolescente en mi fiel entrega y defensa de todos los niños y niñas del mundo, y en especial, de los más oprimidos, los pueblos originarios, el pueblo judío y el pueblo palestino, que siendo ellos pueblos y amores diferentes son para mí un Único pueblo de Dios y el Mismo AMOR.
Sigo y concluyo con tres poemas, que no son de hoy, pues denuncian todas las guerras y tres muy en especial, donde la mentira fue y es el arma de guerra más mortífera:
- A) La primera guerra de Bush padre por el petróleo de Irak
- B) La guerra de los Balcanes, al asedio de Sarajevo y el estallido provocado de Yugoslavia
- C) La muerte de Isaac Rabin, asesinado por los ultranacionalistas judíos para enterrar los acuerdos de OSLO, y seguir los halcones su guerra sin fin contra Palestina para apoderarse de todas sus tierras y sus riquezas, al utilizar una y otra vez la locura de HAMAS para mejor someter y silenciar “democráticamente” a las palomas de Israel.
I
EL ORO:
Con el oro y el oro negro,
todo se compra y se alcanza,
todo, el placer y la gloria,
todo, la ley y la corona.
Todo, menos el verso,
la vergüenza y la dignidad.
II
¡NO MATES A TUS HERMANOS!
Se repite la historia, hoy, vuelve Caín,
y mata a Abel en Israel y en Palestina.
Se rompe mi corazón y llora mi alma
que la reina de Saba y el rey Salomón,
Esther y Saladino, vuestros padres,
se amaron con pasión bajo los olivos en flor,
para que creciesen las rosas en el desierto
y los claveles en la boca de los cañones,
sabiendo que vuestras madres os parieron
a la luz de la Media Luna y de la Osa Mayor.
Para que los judíos y los palestinos,
los cristianos y los musulmanes
en Gaza y Nazaret, Jerusalén y Tel-Aviv,
pudieran vivir todos en paz y harmonía
al detener todas las malditas guerras.
Y unir todos los niños sus tiernas manos
dándose un abrazo de buenos hermanos
venciendo al odio con la fuerza el amor,
para poder tener Israel y Palestina.
la tierra y la casa, los peces y el pan.
III
! SI TÚ QUISIERAS ¡
¡Si tú quisieras…¡
Un gesto, una palabra tuya
Y una avenida de luz
Saldría de las entrañas
Del Monte de los Olivos
Uniendo Gaza y Jerusalén.
! Sí tú quisieras…¡
Un gesto, una palabra tuya
Y volvería la esperanza
Y el agua, a las casas
Los hospitales y las escuelas,
De Gaza y de Jerusalén.
!Si tú quisieras…¡
Un gesto, una palabra tuya
Y volverían a florecer
Los cerezos y los lirios
En las calles y las plazas
De Gaza y de Jerusalén.
Si tú quisieras…
Un gesto, una palabra tuya
Y volverían a anidar los sueños
En los altos minaretes.
Volverían a cantar los mirlos
En Gaza y en Jerusalén.
!Si tú quisieras…¡
Un gesto, una palabra tuya
Y todos los niños
De Israel y de Palestina
Tomarían partido
Por el amor y la vida.
!Si tú quisieras…¡
Olivier Herrera Marín, Poeta, empresario y trotamundos
