Se confirma que todo ha cambiado en Telde para que todo siga igual. Juan Martel cuenta desde este lunes con el tercer asesor a su disposición tras el decreto firmado por el alcalde de la ciudad, Juan Antonio Peña (Ciuca), para poner a su servicio a Roberto Almeida Barrera. Este nuevo ‘fichaje’ se suma a los otros dos asesores con los que ya contaba el hombre fuerte del gobierno local, esto es, Rubén Santana González (43.575 euros anuales) y Adrián González Perera (34.575 euros anuales).
Almeida, vecino de San José de Las Longueras (Telde), es secretario insular de Organización de los jóvenes de CC de Gran Canaria y de Cultura, Patrimonio, LGTBI y Comunicación de la estructura juvenil nacional de Coalición Canaria La retribución anual de Roberto Almeida será de 29.500 euros y estará adscrito al área de Cultura.
A pesar de que Guillermo Reyes, presidente de la “Ciuca renovada” ya dijo en el salón de plenos en el año 2015, que Juan Martel “flotaba como la mierda” lo han convertido en el hombre fuerte de este gobierno. El hombre corcho, se muestra amable y calculador, siempre ha prosperado en los ámbitos donde se hubiera encallado cualquiera pero el siempre flota, como lo hace el corcho. Y se queda impávido ante el hundimiento de otros, aunque esos otros sean los compañeros con los que se presentó a las elecciones hace cuatro meses.
Si hacemos una reflexión rápida sobre el grupo de gobierno de Telde (solo cuatro meses) llegamos a la conclusión de la profunda decepción que transmiten. Echaron a un concejal con mucho chau chau, pero no se han publicado ni los nombres de las personas que dicen que enchufó Héctor Suárez ni hemos visto al alcalde denunciar en el juzgado lo que ha aducido para ello…
Mucho oscurantismo, aunque algunas cosas se van aclarando, sobre todo por qué mantenía Juan Antonio Peña al “hombre corcho” de concejal de acompañamiento, sin hacer nada y cobrando, sabía que lo iba a necesitar para mantener la mayoría justita que tiene ahora. Hay que decir todo esto porque el pueblo tiene mala memoria, y a día de hoy, lo que comenzó siendo un grupo de gobierno cuatripartito, es un tripartito que se mantiene a flote gracias al corcho de Juan Martel.