La histórica debacle electoral sufrida el pasado mes de mayo por Nueva Canarias en Telde no ha servido para que esta organización haya hecho autocrítica, análisis ni cuestionamiento alguno de por qué pasaron de ocho a cuatro concejales (dejándose la Alcaldía por el camino). La incertidumbre es la tendencia predominante desde el punto de vista político de un partido acostumbrado a mandar con ‘mano de hierro’ en la ciudad y que no termina de aceptar la nueva realidad de ser una fuerza secundaria en la oposición.
Los tics, las caras y el modus operandi son los mismos de siempre. Continúan dirigiendo su mensaje exclusivamente a un sector de la población, un sector de los medios, un sector social… no hay atisbo de consenso ni pluralidad. La política hoy exige otra visión aperturista de los problemas cotidianos con personas formadas académica y humanamente capaces de aglutinar, construir, cambiar la realidad y apostar firmemente por un futuro mejor para todos. También reivindicativo y fiscalizador, sí, pero desde la escucha activa y la participación ciudadana, no desde el frentismo y la burda manipulación vecinal.
Incitar a una octogenaria a reventar un acto ciudadano como el celebrado en Salinetas representa la última muestra del momento de desesperación en el que se encuentra NC Telde. Tratar de rentar posteriormente esa grotesca situación es más grave todavía, máxime cuando es pública y notoria la evidente (e histórica), filiación política de la señora en cuestión.
Alguien tiene que llamar a la profunda reflexión en NC Telde porque corren el riego serio de desaparecer repitiendo mantras y estrategias del siglo pasado. Urge renovación y juventud en una organización sin aparente capacidad de reacción.
Florentino López Castro, posee estudios de periodismo por la Universidad Internacional Isabel I de Castilla y es director de ONDA GUANCHE
Foto: Arcadio Suárez (Canarias7)