El Pleno de Telde ha aprobado hoy de forma definitiva la nueva ordenanza de contaminación acústica de la ciudad. El expediente fue impulsado y defendido por la concejala de Urbanismo y Patrimonio de la ciudad, Lidia Mejías, quien aseguró que la nueva normativa a la que hoy se le ha dado luz verde “es un reglamento que viene a dar respuesta a las innumerables peticiones de la ciudadanía que durante mucho tiempo ha solicitado que se regularice algunas cuestiones que recoge la nueva ordenanza”. En este sentido, la edil aseguró que el documento, “es el resultado de un largo proceso, iniciado en el mandato anterior, y producto de la colaboración, las aportaciones, el diálogo y el consenso con parte de la sociedad civil de la ciudad, quienes han hecho interesantes aportaciones para su elaboración y a los que quiero agradecer profundamente su labor para que hoy sea una realidad”, expuso.
Lidia Mejías afirmó que tras la aprobación inicial del texto y la apertura del periodo de alegaciones, “se han incorporado al documento final aquellas propuestas que han sido técnicamente viables”, y añadió: “Con la aprobación definitiva, Telde cuenta con una ordenanza actualizada – la vigente databa de 1998- que responde al interés general y a las necesidades sociales de un municipio que ha experimentando importantes cambios en los últimos 22 años”.
Asimismo, la concejala explicó que el objetivo de su departamento ha sido la elaboración de una normativa que contribuya y garantice “la convivencia social, donde tengan cabida todas las actividades de una manera ordenada y equilibrada, y contribuya a continuar construyendo un municipio comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través, en este caso, de la eliminación de la contaminación acústica y la creación de las condiciones ambientales idóneas que repercuten de manera directa en el bienestar y la salud de la población”.
A través de la nueva ordenanza, el Ayuntamiento podrá limitar el horario de actividades tales como la de colocar mesas y sillas en la calle por parte de los restaurantes, suspender temporalmente el permiso o instar a reducir los límites de emisión de ruido.
El texto también prohíbe la megafonía publicitaria, que puede ser sancionada hasta con 15.000 euros.
Por otro lado, los locales que generan más ruidos tales como discotecas, pubs o restaurantes para más de 300 personas deberán dotarse de un vestíbulo con puertas de aislamiento a la entrada y cierre automático, y de un equipo limitador-controlador de ruidos. La ordenanza establece que las salas de espectáculos públicos, bares, restaurantes, gimnasios, talleres, supermercados, guarderías y similares tengan que aportar un estudio de impacto acústico cuando presenten la solicitud de la licencia de apertura.
Los dueños de perros y otros animales domésticos deberán adoptar medidas necesarias para impedir que molesten a los vecinos. Especialmente entre las 22.00 y las 8.00 horas. Tampoco se podrá gritar ni hablar alto en horario nocturno dentro de la propiedad.
Las sanciones que recoge la nueva ordenanza oscilarán entre los 15.000 euros para las infracciones muy graves, y un mínimo de 1.500 euros para las más leves.