La Red de Solidaridad Popular (RSP) de Jinámar, denunció el pasado 23 de abril, que los servicios de Cáritas situados en la iglesia de Lomo los Frailes, estaban cobrando cinco euros a las personas en situación de pobreza extrema, que son derivadas por los servicios sociales de Las Palmas de G.C. para que recojan alimentos. Esta denuncia fue realizada porque más de una docena de personas de Ciudad del Campo venían informando de la situación y pedían esos cinco euros a miembros de la RSP para poder acceder al lote de alimentos. Se verificó en el lugar que se cobraban los cinco euros y caso de no disponer de ellos, Cáritas negaba alimento alguno a los más empobrecidos. Esta situación llevó al Equipo Coordinador de la RSP de Jinámar a tratar el asunto y acordar la denuncia pública de los hechos.
Aquella denuncia generó un comprensible malestar en la comunidad de Caritas de la zona y en especial en el cura párroco del lugar, quienes dolidos en su orgullo en vez de enmendar la discriminación por motivos económicos, han arremetido contra una de las personas más necesitadas de la zona, a quien le negaban el alimento por no poder pagar lo exigido y ahora le dicen que se lo niegan hasta que esa persona lleve ante el cura párroco a los miembros de la RSP.
Tales niveles de rencor son impropios de los buenos cristianos y menos de un “predicador” que seguro en sus prédicas ha leído reiteradas veces a Mateo 18,21 y Eclesiástico 10,6. Pero solo los habrá leído, porque “aplicarse el cuento” o mejor aplicarse los evangelios es otra cosa.
La RSP denuncia que los responsables de Cáritas de Lomo los Frayles sigan excluyendo a los más pobres entre los pobres y que se ejerza la coerción contra una de las personas que denuncian la imposición de los cinco euros. Tal actitud supone la contribución de Cáritas, en esta zona, como correa de transmisión de un sistema injusto, que de hecho niega los derechos de las personas y promueve la caridad, no como un último recurso sino como una forma de someter y humillar a los empobrecidos. Es una forma de perpetuar la pobreza.
La RSP denuncia que los servicios sociales de Las Palmas de Gran Canaria y su concejalía no hayan actuado, cuando son muchas las personas afectadas que han comunicado esta situación. Igualmente denuncian que esta discriminación por causas económicas no se justifica, cuando gran parte de los alimentos que entrega la ONG denunciada son financiados con dinero público.
La explicación de que los cinco euros se destinen a mejorar el lote de alimentos, no justifica la exclusión total de quienes no pueden pagar los cinco euros, porque hay mucha gente que realmente no tienen y no pueden pagarlos.
La Red de Solidaridad repudia la inhibición de las instituciones públicas ante estos temas y la extorción a los “más débiles” (aunque esté motivada por una ofensa). Emplaza al cura párroco a enmendar sus actitudes anticristianas y a atender a todas las personas derivadas por los Servicios Sociales Municipales.
Por último la Red Solidaria hace un llamamiento a todas las personas que pasan dificultades para llegar a fin de mes, a que se organicen y luchen para defender sus derechos, que los tienen. Y se ofrece para denunciar los atropellos que desde las instituciones públicas o desde las caritativas, sufran las personas más necesitadas, en el intento de satisfacer sus necesidades vitales y los derechos más elementales.
