Fue Mónica Oltra, exvicepresidenta de la Comunidad Valenciana, quien definió en una frase la realidad del Partido Popular: «Han sido más peligrosos por incompetentes que por corruptos». La verdad es que no le faltaba razón, a pesar del largo y por ahora inacabable sendero de casos de corrupción (algunos ya sentenciados, y otros en proceso judicial en curso) que afectan al partido líder de la Derecha rancia española…
Y, sí. Posiblemente sus cargos públicos sean la prueba más contundente de que, para ocupar un puesto de responsabilidad en las administraciones públicas, simplemente basta con tener buenas amistades e influencias…
Porque fueron ellos los que, en 2002, cuando la tragedia del petrolero Prestige, decidieron sacar el buque a alta mar, a pesar de que la compañía holandesa Smit Lamnalco ya había firmado un acuerdo para hacerse cargo del rescate del navío, para lo que necesitaban un puerto seguro o una bahía tranquila. El buque llegó a estar a cinco millas de la costa gallega, pero el Gobierno español decidió sacarlo fuera. Al final se hundió a 246 kilómetros de Fisterra y provocó la mayor tragedia ecológica en la historia del Estado español. 22 años ya desde la frase de Mariano Rajoy: “salen unos pequeños hilitos, cuatro en concreto, regueros solidificados con aspecto de plastilina”. Como es habitual, nadie fue a la cárcel por ello. Ningún alto cargo del PP dimitió…
Fueron ellos los que, en 2003, para ahorrar «gastos», alquilaron un avión que «se caía a cachos» (el Yak-42) contratado a través de 6 subcontratas (seis, imaginen lo que quieran), para trasladar a militares españoles que regresaban de Kabul. Se estrelló. Hubo 75 muertos, 62 de ellos, militares. Se apresuraron a contar mentiras, a achacar el accidente a un error humano. En la repatriación se mezclaron cadáveres. Llegó a haber restos de varios cuerpos diferentes en un mismo ataúd. A 30 fallecidos se les dio una identificación errónea (ésto tardó 15 años en salir a la luz). El ministro responsable, Federico Trillo, después de ser reprobado en el Congreso, fue «bendecido» con el puesto de embajador en Reino Unido. Sólo 3 militares fueron considerados responsables: uno se libró de la cárcel por enfermedad, y los otros dos fueron defendidos gracias al dinero de la caja B del Partido Popular, según declaró Luis Bárcenas y posteriormente indultados por el Gobierno de Rajoy (sí, los indultos y las amnistías sólo son malos cuando no benefician al Partido Popular…
Fueron, como quedó claro en las conclusiones de una comisión parlamentaria en las Corts, que fueron responsables, por una pésima gestión pública, responsables políticos del accidente de metro de Valencia, en 2006. Fallecieron 43 personas y otras 47 sufrieron lesiones tras el descarrilamiento de un convoy. Intentaron responsabilizar al conductor, por exceso de velocidad. Hubo una primera comisión en las Corts valencianas, que se cerró en 5 días. Años después se supo que se había contratado a una consultora para «aleccionar» a los declarantes. Finalmente, una nueva comisión concluyó que el suceso fue evitable y se debió a falta de seguridad e inversiones en la línea de metro, responsabilizando al expresidente de las Corts Francisco Camps y al exvicepresidente Juan Cotino…
Fueron ellos también, quienes fueron identificados como responsables de la muerte de cerca de 4000 pacientes afectados por la hepatits C, al no repartir el tratamiento (el Sovaldi, que estaba aprobado por Sanidad) que podía salvarles la vida. Se creó la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C y se presentó una querella contra la ministra Ana Mato. Como siempre. Todo acabó archivado y los muertos por desatención «olvidados»…
Como fueron ellos los responsables de la muerte de 7291 ancianos por desatención durante la pandemia. 7291 personas residentes en residencias abandonados a su suerte. La máxima responsable, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso llegó a decir: «Se iban a morir igual»…
Han sido ellos también los responsables de tanta desolación, destrucción y muerte tras el paso de la DANA por Valencia. No sólo ignoraron los avisos, no sólo decretaron la alerta cuando les vino en gana (la AEMET había avisado desde primera hora de la mañana, pero la Generalitat no decretó la alerta hasta las 20:10. Lo hizo cuando Valencia ya estaba inundada, ya había muertos y destrozos incalculables. Entre medias, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, había acudido a recibir un premio, había almorzado con una periodista para ofrecerle «a dedo» dirigir la televisión pública valenciana y ahora se dedica a mentir y culpar a todos menos a él y su consellera Salomé Pradas, quien dijo desconocer la existencia del sistema masivo de alertas ES-Alert (sí, ese mismo que se lleva tiempo probando y que ha hecho que más o menos a todos, nos haya sonado el móvil alguna vez)…