El Colectivo Agonane-Ecologistas en Acción pone en conocimiento de la sociedad su oposición a que se lleve a cabo un proyecto urbanístico en Hoya del Pozo pues el mismo colindaría con la actual Depuradora allí existente.
De llevarse a cabo dicho proyecto consistente en la construcción de unas 155 viviendas unifamiliares conllevaría a enfrentarse y crear un problema ya histórico o sea potenciarlo.
En la actualidad hay terrenos colindantes con dicha depuradora y que son freno, dispersa dores, de los malos olores que toda depuradora consustancialmente lleva aparejado por la labor que hacen: transforman las aguas negras y grises de los hogares en aguas con posibilidad de ser reutilizadas para el riego y plantas, como para los cultivos de llevarse de forma adecuada, controlada y responsable, aplicándose los parámetros que impone la legislación. Esta actividad, para conseguir sus fines y necesitando estar al aire libre la mayoría del proceso para favorecer las bacterias que son necesarias para el proceso de rebajar, reducir los contenidos de sustancias a eliminar del proceso de depuración.
Por ello va implícito la producción de olores fétidos en el proceso. Olores que quedan mitigados por esos suelos libres e inmediatos a la depuradora. Desde hace años hemos pedido y para combatir esos hedores, la plantación de cientos de árboles que supondría una barrera verde, consiguiéndose con ello que queden absorbidos por esa importante pantalla vegetal, pues no hay mejor solución al medio natural a este problema.
La realidad es que este suelo en primera línea de playa supone un gran pelotazo urbanístico apetecible por constructores y por diferentes corporaciones a lo largo del tiempo. Sólo en plusvalías ya doblega y doblegó a anteriores corporaciones, pues intentaron el traslado de la infraestructura que nos ocupa.
Disponer un tramo de suelo verde colindante a la playa es en esa zona al tiempo un atractivo más para el lugar y terminaría siendo un referente ambiental, pues supone con ello garantizar que esta infraestructura necesaria siga en el lugar y por ello no tener que librar millones de euros en el traslado, desmontaje, colocación de nuevas tuberías en buena parte del territorio municipal, principalmente en la costa. De llevarse a cabo sería una inversión pública para favorecer a iniciativas privadas de la construcción.
Por ello AGONANE ha solicitado al Cabildo Insular de Gran Canaria que, al iniciar el procedimiento de evaluación ambiental estratégica de este proyecto urbanizador, lo declare negativo para impedir problemas futuros. Creemos como solución que el Cabildo de Gran Canaria o El Gobierno de Canarias se ha de plantear la aplicación del “derecho de Tanteo y retracto” o de proceder a la expropiación de los mismos y acabar de una vez por todas con las apetencias urbanizadoras en unos terrenos que no deberían de estar en el mercado por ser necesarios a la planta depuradora.