Santiago Abascal Conde, líder de Vox fue concejal del Partido Popular en Llodio. En 2010, como no consigue escaño en el Parlamento Vasco, Esperanza Aguirre lo coloca en la Agencia de Protección de Datos de Madrid. Más tarde, en 2013 y nuevamente a dedo ¡Cómo no! Esperanza lo nombra director gerente de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social (sin actividad conocida. De hecho, la Fundación sólo contaba con un directivo, el propio Abascal, y un ayudante). Durante este tiempo Abascal cobra de sueldo 82.191 € anuales (sin dar golpe).
Tras ser «destapada» la Fundación, es cerrada por la Comunidad de Madrid (Aguirre), pero Abascal seguirá cobrando de la Asociación para la Defensa de la Nación Española (Denaes). Además la Comunidad le «regala» un piso como oficinas, propiedad de la Consejería de Economía…
Nuevamente «descubierto» por el diario El País, y cerrada la Asociación por el PP madrileño (por si acaso), Abascal se enfada y deja el partido, fundando Vox a fines de 2013. El único objetivo: seguir cobrando de lo Público…
Todos estos datos relativos a Santiago Abascal fueron recopilados por un tuitero llamado Ivanjode y explicados en un tuit extenso conteniendo enlaces a las informaciones, tal y como fueron publicadas en su día por la prensa.
Albert Rivera Díaz, líder de Ciudadanos se presentó en sociedad a nivel estatal como un «moderado» que quería modernizar España con una nueva forma de hacer política y definía su partido como de «centro-izquierda». No tardó mucho en descubrirse el pastel. En Cataluña ya lo conocían pues su partido ya estaba en el Parlamento Catalán, donde, por ejemplo, en 2013 se «ausentó» del Parlament para no votar la condena al régimen franquista (muy de centro-izquierda)…
Había formado parte de las Nuevas Generaciones del Partido Popular, llegando a ser apadrinado por el propio José maría Aznar. Formó parte, junto con Juan Luis Cebrián y Patricia Botín de la delegación española ante el Club Bilderberg, y todos conocen su implicación con el Ibex35 a través de su relación con el Presidente de Endesa, Borja Prado.
Ha sido el principal «valedor» del Partido Popular tanto a nivel estatal como en la Comunidad de Madrid, a pesar de ser tan crítico (de boquilla) con la corrupción. Ha seguido prestando siempre su apoyo al PP, a pesar de los muchos casos de corrupción que rodeaba a sus socios (Murcia o Madrid como referentes sin necesidad de ir más allá)…
Son conocidos sus vínculos con Falange, Vox, Libertas o PxC, máximos exponentes de ideologías fascistas y está muy cercano a Le Pen, aunque se «traiga» para disputar la alcaldía de Barcelona a Manuel Valls, ex-Primer Ministro de Francia responsable de la expulsión de comunidades gitanas de territorio francés y quien ya ha dejado claro que si no sale elegido alcalde de Barcelona se marcha inmediatamente. Todo un político «preocupado» por los ciudadanos…
Pablo Casado Blanco, flamante líder del Partido Popular, es sobradamente conocido por sus frases despreciativas y muchas veces carentes del más mínimo rigor. También apadrinado por Aznar y capaz de insultar sin cortarse un pelo a quien no le caiga bien (cualquiera que no sea del PP), como le pasó a Javier Bardem a quien llamó «imbécil y subnormal»…
Todos recordamos auténticas perlas suyas, como el «reconocer» gracias a un lapsus que «el Partido Popular sí puede hablar de corrupción porque es su seña de identidad», su despreciable crítica a la Ley de Memoria Histórica: «Las fosas de no sé quién», «La guerra del abuelo», etc…
Ha demostrado sobradamente que no le interesa para nada la buena marcha del Estado Español y que su única preocupación es tocar Poder. Para ello no duda en torpedear lo que se le ponga por delante recurriendo a discursos incendiarios. Antes, sus antecesores en el cargo tenían a ETA. Como ya no existe, Pablo Casado arremete contra Cataluña sembrando odio por doquier y reclamando la aplicación del artículo 155 «de forma permanente»…
Casado, Rivera y Abascal representan juntos o por separado lo peor de la política española. Se sienten reflejados en los José Antonio Primo de Rivera, Franco o Sanjurjo que tanta miseria y desolación trajeron al Estado Español y cada vez lo disimulan menos. Sus discursos no van orientados hacia los derechos de la ciudadanía, sino al enaltecimiento de la bandera, a perpetuar los privilegios de las clases acomodadas y al fomento del odio hacia la izquierda, la clase trabajadora o los inmigrantes. Lo triste del caso es que en un Estado donde la Educación y la Cultura han sido denigradas tanto tiempo es fácil encontrar mentes vacías en las que cale su mensaje. Es más fácil inculcar odio que conocimiento. Inculcar la «conveniencia» de ser gobernados por líderes que piensen (y decidan por todo el pueblo) antes que ser capaces de razonar y pensar por sí mismos. Preferir ser borregos, en definitiva, y España está demostrando ser un caldo de cultivo excelente para ello…
Angel Rivero García
