Corrupción de menores, tráfico de drogas y prostitución con total impunidad y en cualquier momento del día, pero nadie hace nada. Ésta es la realidad que denuncian los vecinos y empresarios cercanos al Palacio de la Cultura y las Artes de Telde, que ven como todos los días el pulmón económico de la ciudad se convierte en un foco de delincuencia.
El edificio, con una valla levantada en su entrada lateral por la calle Roque, cerca del edificio de los antiguos cines del casco y del instituto Juan Pulido Castro, sufre las idas y venidas de estas personas se han convertido en una constante congoja para residentes y empresas. De joya de la Corona a gueto, ése es el recorrido de una iniciativa para potenciar la cultura en Telde, con un programa muy ambicioso por Nueva Canarias, convertido poco después, ejemplo de saco sin fondo y juguete roto, de difícil solución.
El Ayuntamiento no quiere darse cuenta de esta circunstancia pese a que se ha denunciado en los medios multitud de ocasiones se ha informado a la Policía Local de lo que sucede, pero nada se ha hecho por solucionar esto. Tráfico de drogas y prostitución, jeringuillas con resto de sangre a plena vista de todos, niñas de colegios y del instituto entrando con chicos de más de 20 años y hombres, saltándose clases y probando porros y a saber qué otras cosas.
El Grupo de Gobierno de Telde (NC-PSOE), conoce estos hechos porque se han presentado denuncias también por ruidos. La Policía ha redactado varios informes sobre la situación que existe en el auditorio, “y ha explicado que este lugar es peligroso porque no tiene luz y además hay un agujero de gran dimensión.
ONDA GUANCHE quiere conocer la opinión de la ciudadanía sobre “¿Quién es el responsable del escándalo público del Palacio de la Cultura y las Artes de Telde?” Para tal fin, en la sección de “Encuestas” que habilitamos en la columna derecha de la web, abrimos los próximos siete días, un cuestionario sobre este asunto, al objeto de hacernos una idea aproximada de cómo valora la calle esta situación.