Iba a ser un pleno importante y no duró ni cinco minutos. La alcaldesa convocó este jueves una sesión extraordinaria y urgente para aprobar el plan de pago a las expropiaciones con sentencia firme, pero ni siquiera llegó a celebrarse. Le faltó una concejal, que aunque está de baja, había confirmado su asistencia, siempre según el gobierno, y como la oposición tenía que votar antes la urgencia de la sesión, se opuso e impidió el pleno.
La sesión duró lo que tardaron los concejales en levantar las manos. Primero lo hicieron los del grupo de gobierno, y todos, aunque a alguno le costó más que a otros, dieron su sí a la urgencia de celebrar ayer el pleno. Luego le tocó a la oposición y votó que no. El ejecutivo local ganó, 13 frente a 12, porque a los dos les faltó un concejal, pero para aprobar una urgencia hace falta mayoría absoluta y nadie juntó 14 manos, por lo que la alcaldesa levantó la sesión ipso facto.
Entre el público había afectados por el expediente que no salían de su asombro. No terminaban de entender lo que pasaba. Con todo, lo sucedido deja varios interrogantes abiertos. El primero, el motivo de la ausencia de la edil Herminia Demetrio (PP), que, aunque con la pierna escayolada, ya vino a otra sesión anterior y, al menos, así se dijo en el pleno, había confirmado que venía a este. Pero ni la alcaldesa, Mari Carmen Castellano, ni la edil de Personal, Sonsoles Martín, lograron contactar con ella ayer por la mañana. Y por la tarde, al menos a primera hora, tampoco. Hay quien no descarta que su ausencia fuera voluntaria. Más de una vez se ha enfadado y se ha plantado.
La otra incógnita por despejar es la del resultado de la sesión. Y es que, según fuentes solventes, la ausencia casi les vino hasta bien. De haberse celebrado, habría escenificado diferencias en el seno del propio gobierno. Ni CC ni CCD tenían claro que el expediente iba completo, por lo que, o iban a pedir que se quedara sobre la mesa o, directamente, pensaban votar en contra del punto.
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