No resulta grato ver a hombres y mujeres del cuerpo de la Policía Local de Telde manifestándose en la puerta de su Ayuntamiento exigiendo sus derechos, sí sus derechos. Un cuerpo con años de historia, de compromiso y de entrega a la ciudadanía. Con sus errores y sus aciertos, como todos los colectivos, pero el individualismo no puede eclipsar su buen hacer histórico.
Falla y ha fallado el diálogo. Eso es más que evidente. Los encuentros, mesas de trabajo y cualquier encuentro que mantenga un mínimo intencionado de voluntad da resultados, a lo mejor no se consigue el cien por cien de lo propuesto, pero por el camino se trazan vías de buenas intenciones. De lo contrario, el resultado es evidente.
Estos hombres y mujeres que se manifiestan son los mismos que reciben medallas de reconocimiento de otras instituciones, que han sido alabados por su trabajo en el Pleno Municipal de Telde, que son ejemplo en otros territorios y que incluso cruzan estas fronteras para desempeñar su profesionalidad en otros territorios. Además, lo que no sabemos, lo hacen en silencio, fruto de su solidaridad y compromiso. En esos momentos, y en todo lo que sea mediático, aparecen todos los cargos públicos, partidos y grupo de gobierno para retratarse. ¿Ahora dónde están?
Es por este motivo, porque he estado durante estos cuatro años junto al cuerpo de la Policía Local, llevando propuestas al Pleno, presentando escritos, solicitando expedientes y también trasladándole las quejas y sugerencias de la ciudadanía, que considero que también debo pronunciarme al respecto. De no ser así, caería en el postureo peligroso y populista que reina en este municipio y que viene de la mano del resto de formaciones políticas. Ahí está su silencio cómplice.
No me atrevo a decirles o lanzarles un mensaje de esperanza encaminado a comunicarles que todo lo que reivindican tiene solución. Sería un grave error. Lo que sí tiene solución es el necesario diálogo, el consenso, la veracidad de las informaciones. La buena voluntad.
Estos hombres y mujeres reclaman lo que les corresponde. Los órganos colegiados le avalan el pago de sus horas extraordinarias, de sus servicios prestados y sin embargo se les paraliza con falsas informaciones. Después de meses de espera, de falsas promesas, siguen en el mismo punto de partida.
El actual grupo de gobierno, después de ocho años, ha sido incapaz de sacar una convocatoria pública que les dote de más agentes en la Policía Local. Sin embargo, la última convocatoria la realizó Ciuca en 2006, desde ese entonces, ningún otro partido ha mostrado su compromiso. Lo hicimos y lo volveríamos a hacer. Lo demostramos con hechos.
Sus carencias en recursos e instalaciones son más que evidentes. No veo en sus argumentos pretensiones que se alejen de la realidad, es cierto que unas priorizan frente a otras, o que unas llevan más tiempo para ejecutarse que otras. Lo palpable es la falta de respeto y admiración al cuerpo de la Policía Local.
Concluyo mostrado mi respeto y admiración a los hombres y mujeres de la Policía Local, como he realizado siempre y como seguiremos haciendo desde Ciuca – Ciudadanos para el Cambio. A que actualmente están en activo y a los que disfrutan de su merecida jubilación u otras causas. Se fueron un día en silencio, sin el homenaje que les debió dar su Ayuntamiento, pero aún estamos a tiempo. Pronto les llegará. Nunca es tarde.
Duele ver la escenificación de la muerte y funeral de la Policía Local, de sus agentes, pero siguiendo esta misma representación, confío en su resurrección después de las elecciones del 28 de mayo.
(*) Juan Antonio Peña, candidato a la Alcaldía de Telde por CIUCA