Los animales de compañía también podrán disfrutar de su jornada de sol y playa junto al mar en el municipio. Las concejalías de Playas y Protección Animal del Ayuntamiento de Telde han iniciado un estudio de las zonas costeras donde se puedan habilitar un espacio para que los propietarios de mascotas los lleven sin problema a retozar en la arena y el mar.
Una iniciativa en la que, además, se pretende hacer partícipe a la ciudadanía de su elección por parte de la corporación local mediante una consulta popular. El método para que el resultado de la votación sea lo más real posible y «evitar que las mismas personas puedan votar más de una vez» es una de las medidas que se estudiarán para lograrlo.
De momento, lo que ambos departamentos han realizado es iniciar una selección de las playas susceptibles de acoger a estos nuevos usuarios, un proceso que supondrá la elección posterior de una zona para atender una demanda que es creciente entre ciudadanos y protectoras de animales. Las gestiones, según los titulares de estas concejalías, se están tramitando sin que haya un plazo previsto para que el municipio cuente con su primera playa para las mascotas, ya que el propósito es dotar de esta posibilidad en el lugar que se considere más adecuado.
Así, tanto Jonay López como Aurora Saavedra, ediles de Playas y Protección Animal, respectivamente, argumentan que «estamos colaborando para que una playa donde los animales puedan estar sea una realidad cuanto antes en Telde, por eso lo primero que hacemos es ver cuál de ellas es la más idónea para este finalidad».
De hecho, los primeros nombres que se han puesto sobre la mesa son las calas de Bocabarranco, La Restinga, Playa del Hombre y las de San Borondón, Los Palos o Barranquillo, pero son propuestas que se deberán abordar entre las dos concejalías, sin descartar que se incluyan en esta lista alguna más. Y la playa o playas propuestas serán las que decidirán los votantes como la que más le satisfacen.
Todas las playas que se estudiarán, al menos eso parece la intención de los responsables municipales, están situadas en dirección norte, hacia Las Palmas de Gran Canaria que son, además, las de menor número de bañistas y usuarios y donde se considera puede ser más factible habilitar el espacio para el uso de los nuevos bañistas y sus propietarios, ya que las situadas en dirección sur, cuatro de ellas tienen bandera azul y son las más utilizadas durante el año.
En principio, la playa de Bocabarranco, antes de llegar al centro comercial Las Terrazas, es la que López ha indicado a Saavedra como posible elección, pero sus condiciones no la hacen la más idónea. Su fuerte marea y oleaje y la zona de tránsito son sus principales inconvenientes porque no garantizan la seguridad ni de personas ni de animales. Sin olvidar, recuerda Aurora Saavedra, que en ella han aparecido restos de ritos satánicos y partes de animales como gallinas o perros desperdigadas.
La vecina cala de La Restinga, a poca distancia de la anterior, podría dar más confianza. De hecho hay vecinos que llevan a sus animales por su arena. Sin embargo, también es una zona muy peligrosa de baño y un lugar habitual de práctica de windsurf por sus constantes olas. Es una candidatura que no se descarta, aunque dependerá también de la opinión de los encuestados.
En opinión de Jonay López, «debemos buscar un playa donde se garantice la seguridad de animales y sus propietarios, no se trata de elegir una sin más», argumento que comparte Saavedra, quien apunta a la posibilidad de que «no tiene que ser una playa entera, sino un espacio determinado donde no haya problemas con sus usuarios habituales».
Por preferencias, a la concejala de Protección Animal le gustan tres calas solo separadas por una suerte de frontera de los riscos. Son las de San Borondón, Los Palos y Barranquillo, calas que se encuentran al norte de la de La Garita y en dirección al antiguo hotel Bahía Mar, ya por la zona de la urbanización La Estrella. Son de similares características, aunque la última, junto al edificio que ahora es una comunidad de propietarios de apartamentos, es más cerrada al oleaje.
Las otras dos están más expuestas a las corrientes y en el caso de la de San Borondón está habitada por ‘sin techo’, que han hecho con sus casetas y un saco de dormir su vivienda.
En cuanto a la de Playa del Hombre, su designación es bastante remota, reconocen ambos ediles y su propuesta se debe a que se encuentra en la ruta en dirección norte de la costa de Telde, la zona con menos usuarios del municipio y la que más posibilidades tiene de albergar la playa de los animales de compañía.
No quedará en la elección de la playa la única gestión que deberán realizar ambas concejalías. Así, la colocación de un pipicán y otros elementos para estos peculiares usuarios están también en las previsiones para la adaptación de la cala elegida.
La Provincia-Dlp