El cabeza de lista del Partido Socialista en el Cabildo de Gran Canaria, Luis Ibarra, ha censurado este miércoles las críticas vertidas por el secretario de Organización de Nueva Canarias, Carmelo Ramírez, tras anunciar su partido que daba por suspendidas las negociaciones para alcanzar un acuerdo de gobierno en la Corporación insular. Ibarra, ha defendido esa decisión como la «lógica» y «normal en un proceso negociador» después de más de dos semanas de conversaciones sin que se haya producido ningún tipo de avance. Motivo por el que no comparte la reacción del dirigente nacionalista –que este miércoles acusó a los socialistas de actuar «como niños chicos»– y ha considerado que «parece que se ha cabreado en exceso». «Yo no he visto en otras negociaciones que nadie esté diciendo a otro que son unos chiquillajes o que nada más que hemos querido presentar una moción de censura desde el primer día», ha asegurado.
Luis Ibarra considera que tras el estancamiento de las conversaciones lo «lógico» era levantarse de la mesa y comunicar la propuesta de Nueva Canarias a la dirección de su partido para que tome una decisión. «Llevamos dos semanas y media girando sobre el mismo sitio, por lo tanto tampoco podíamos seguir eternamente sentándonos y no avanzar para nada», ha asegurado en conversación con CANARIAS EN HORA. Sobre la falta de avance de las conversaciones lo achaca al inmovilismo de los nacionalistas, que presentaron una propuesta que la comisión negociadora del PSOE considera «que no es aceptable» y se han negado a modificarla. Por ello, han decidido trasladar esa propuesta a la dirección insular de su partido para que decida si ratifica suspender la negociación o acepta una oferta con la que no están de acuerdo. «Esto no es un planteamiento de Luis Ibarra, sino de la comisión» que forman cuatro personas, ha asegurado.
Según Ibarra, la propuesta de Nueva Canarias no parte de un tratamiento de igualdad al PSOE –ambas formaciones poseen ocho consejeros insulares–, sino que parte de la distribución de áreas existente en el anterior mandato. «Podíamos haber planteado que en igualdad de condiciones que cada grupo eligiera una consejería para intentar asimilarlo al perfil que tenga cada consejero, pero hemos partido de la base de intentar mantener el mayor número de consejerías que tuviera NC para ellos», ha señalado. Ahora, bien, ha considerado, no puede ser que mantengan «el mismo número de consejerías» que tenían cuando tenían nueve representantes (y el PSOE cinco). A ello, además, se suman las dos que gestionaban los consejeros de Podemos en el pasado mandato. De acuerdo con la propuesta de NC, señala Ibarra, «si hubiera pacto ellos pierden Cultura, pero recuperan Medio Ambiente y nosotros simplemente recuperamos Turismo».
«Si la pérdida de un consejero no conlleva pérdida de consejerías y la ganancia de tres consejeros conlleva una sola consejería… creemos que tenemos que tener otro tipo de acuerdo», ha reflexionado. Esto, asegura, es lo que se ha planteado durante las conversaciones, dentro del «ámbito negociador normal», sin «faltar el respeto». «Hemos pedido hacer algunas excepciones, pero ninguna ha sido aceptada», ha sostenido. «El interés del PSOE es llegar a un acuerdo», pero «a ellos ya se les había avisado hace dos semanas de que la propuesta inicial que habían hecho y que no han modificado no era aceptable», ha proseguido. De hecho, detalla que todas las propuestas realizadas por su formación –como asumir las consejerías de Hacienda o Cooperación Institucional, con el objetivo de «mejorar la gestión» o «abrir caminos de diálogo con los ayuntamientos donde algunos no se sientan mal queridos»– han sido rechazadas por NC, que se mantiene inamovible en su primera oferta.
Aunque no comparten esa propuesta, han decidido preguntar a la comisión ejecutiva de su partido «cuál es la realidad de este pacto». «Si la comisión dice que hay que pactar con este acuerdo, se pactará, obviamente, pero si dice que no es la voluntad del Partido Socialista no se pactará», ha sentenciado. Ante esta decisión, ha proseguido, lo que no puede hacer NC es «criticar a una persona». «No creo que sea lógico, aunque no es la primera vez que lo hacen, personificar en alguien para intentar debilitar al contrario», ha reflexionado en torno a las acusaciones de Carmelo Ramírez de que no está a favor de un pacto de progreso. En este sentido ha asegurado que «para mí el progreso es el consenso y ahora mismo no hay consenso». «El progreso no significa decir que uno es de izquierda, porque la izquierda hay que demostrarla todo los días». «Como yo no quiero entrar en esa dinámica de descalificaciones hemos optado por levantarnos cuando ya llevábamos una serie de días hablando de lo mismo sin ningún tipo de acuerdo y plantear este posible acuerdo a la comisión ejecutiva», ha insistido.
Respecto a la posibilidad de que la falta de acuerdo en el Cabildo pueda afectar a otras instituciones se ha mostrado extrañado de que Nueva Canarias hable ahora de «vasos comunicantes», cuando siempre «han dicho que no existen». En cualquier caso, insiste en que para el PSOE «el pacto del Cabildo no tiene nada que ver con otros pactos». «Nadie está planteando una moción de censura, lo que estamos planteando es que no estamos dispuestos a aceptar la primera y única propuesta que nos han hecho». Y advierte de que acusaciones personales como las vertidas por Carmelo Ramírez «pueden generar la rotura de la confianza» necesaria para «conformar un equipo humano que pueda gestionar con coherencia». «Si se rompe el entendimiento, la confianza, es complicado», ha reflexionado.
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