Sin tiempo de asimilar este gobierno (herido y desvencijado), con ceses e incorporaciones polémicas y un partido de corte progresista como Más por Telde convertido en colaborador necesario pero sin la confianza de Guillermo Reyes (presidente de CIUCA), trasciende a la opinión pública un encuentro en una cafetería de la Zona Comercial Abierta de San Gregorio entre el propio Guillermo Reyes (CIUCA), un asesor veterano de esta formación política y Esmeralda Cabrera (VOX). El principal objetivo de dicho encuentro fue negociar la incorporación al gobierno de Telde de Esmeralda Cabrera (VOX). Evidentemente no se escondieron porque el objetivo está claro, los poderes fácticos de este gobierno necesitan anular a Más por Telde ya que puede ser el principal freno para supuestos negocios políticos, la hoja de ruta de CIUCA en el Plan General, la incomodidad ante los 4 asesores de un solo concejal o no concretar un plan para rescatar los servicios básicos frente a su obsesión por las fiestas. Saben de la determinación de Juan Francisco Artiles y Más por Telde, ya en el mandato 2015-2019 no dudaron en dejar el gobierno de Telde, conocen del hartazgo de algunos de sus socios y temen perder la escueta mayoría para convertirse en un panal de rica miel que censurar.
Ni Juan Antonio Peña ni CIUCA saben gobernar. Tantos años de oposición pasan factura, fijan mecanismos y automatismos difíciles de superar. El alcalde está perdiendo la confianza de la mayoría del Pleno y el nerviosismo se apodera de su entorno. Las evidentes anomalías en su gestión y la tensa relación con la mayoría de la Corporación están siendo sus principales escollos. Las sospechas de abuso de poder, justifican la desconfianza que ha despertado Peña entre sus socios de gobierno.
Hasta en el PP de Telde comienzan las dudas. Anda el senador Sergio Ramos exigiendo transparencia y buena praxis en Madrid, mientras observa “burros volando” a su alrededor sentado en el salón de plenos. Las dos veces que el PP gobernó con CIUCA en Telde terminaron mal para los populares. En el pacto 2003-2007, medio PP fue detenido por la trama corrupta del ‘caso Faycán’ que dio la vuelta a España. En la etapa 2011-2015, la CIUCA de Guillermo Reyes rompió el pacto a mitad de mandato y le hizo la vida imposible a Mari Carmen Castellano (alcaldesa entonces), infierno que le provocó un siniestro total en las urnas en 2015. El presente periodo de 2023-2027, es la tercera ocasión que el PP se embarca en un gobierno con CIUCA, pero ahora incluso con más riesgos, ya que la Alcaldía la ostenta el partido de los hermanos Reyes (con lo que eso supone). Ya advierte el refrán de que no hay dos sin tres.
Juan Antonio Peña sabe que no tiene un Gobierno estable, que los inversores no quieren ni oír hablar de Telde en estas condiciones, que no se habla con la mitad del salón de Plenos (del que tiene 7 de 27 concejales) y que, además, quiere silenciar a medios de comunicación y redes sociales que no le son agradables. Motivos para preocuparse le sobran. ¿Con quién habla de política Peña? o peor aún: ¿Quién habla de política con el todavía alcalde de Telde? Sólo le queda la carta de “quemar” a sus socios de gobierno para enfrentarse a una oposición que le supera ampliamente en preparación. Telde se dirige a una parálisis administrativa difícil de asimilar, funcionarios y jefes de servicio no están cómodos ni motivados para trabajar en estas condiciones recordando lo vivido por algunos de ellos en la etapa 2003-2007 cuando también gobernaba los populares y el partido que preside Guillermo Reyes.
El líder del PSOE de Telde Alejandro Ramos Guerra ha deslizado que hay posibilidades de componer una nueva mayoría de 14 concejales como alternativa a Juan Antonio Peña Medina y el temor de un nuevo «Caso Faycán». El principal argumento es la parálisis de la vida política y social en Telde con un grupo de gobierno populista centrado en fiestas y farándulas, con concejales de Gobierno que compatibilizan su gestión política con la de sus empresas privadas, con el vicealcalde Sergio Ramos (PP), más centrado en Madrid con el ‘Sanchismo’ que, en Telde, o la compra de una concejala tránsfuga de VOX para incorporarla al Gobierno local.
Peña no confía en sus socios de gobierno (lleva la desconfianza en el ADN de CIUCA), sabe que sus políticas dictatoriales de ‘pan y circo’ tienen un recorrido muy corto. Ni con el cupo de asesores cubierto (27), hay capacidad, ni voluntad política para impulsar el desarrollo económico y social de la ciudad. Recordemos: no existe plan de actuación, subvenciones perdidas, agujero en Gestel, intereses ocultos en el Plan General, Aguas de Telde sin control, presunta prevaricación con la Managers League, servicios básicos ignorados, asfaltado en pésimo estado, apagones por toda la ciudad, Servicios Sociales en paliativos, caos en la Policía Local, comportamientos machistas y censura en los Plenos, demasiadas anomalías en tan poco tiempo.
Si algo aseguran los gobiernos de CIUCA-PP (con sus colaboradores necesarios), son trapisondas por doquier. Al final, acaban siempre haciendo buenos a los que creíamos malos. Lo que está claro, es que, si Juan Antonio Peña no sabe gobernar Telde, alguien tendrá que hacerlo por él.
HABRÁ AMPLIACIÓN
