El pasado 12 de mayo, un cliente tuvo que dejar su vehículo (un Nissan Qashqai de gasolina) por la rotura del turbo en un taller de Telde. Primero, que no es normal que, en un vehículo de tan solo 7 años, y con menos de 129.000 kilómetros, al cual se le ha dado un uso normal, se le estropee una pieza imprescindible como es el turbo, es inexplicable.
En un primer momento el taller donde está depositado el vehículo, le dice al cliente que ha solicitado el repuesto (concretamente el turbo) entre otras muchas piezas necesarias para el montaje de este, y desde el concesionario de Telde (Brisa Motor de Las Rubiesas), concretamente al departamento de repuestos, le comunican en un principio que hay un turbo en la fábrica de Holanda, por lo que el taller le solicita por escrito de forma inmediata el envío de este, y quedan en enviarlo lo antes posible.
Pasado un mes, y después de un seguimiento por parte del taller, y a la vista de que no llega, el taller pregunta al mismo concesionario de Nissan en Las Rubiesas que cuando está prevista la llegada del turbo, y desde Brisa Motor le contestan que el turbo que habían quedado en enviar ha desaparecido, que no se sabe qué pasó con el artículo y la referencia en concreto y por lo tanto no va a venir.
Ante el asombro, primero del taller, y después lógicamente del cliente, solicita que vuelvan a pedir un nuevo turbo, como así hizo el taller, de nuevo por escrito, al mismo departamento de repuesto de Brisa Motor Nissan, a lo que este le contesta que no existe el turbo en ninguna de las fábricas de Nissan en el mundo, que quizás sea posible que lo fabriquen en la fábrica que Nissan tiene en Corea, pero que no es seguro, que oficialmente al día de hoy no hay provisión para la llegada del turbo para ese vehículo, y en caso de que la hubiere, que lo desconocen, sería a muy largo plazo y después de la fabricación de esa pieza en la fábrica que Nissan tiene en ese país.
El cliente se pone en contacto personal con el vendedor del vehículo en el concesionario de venta de vehículos Nissan en Arnao (Telde), al no poder darle respuesta alguna al problema, en el mismo momento el vendedor le facilita el número de teléfono de atención al cliente, y desde allí mismo se puso en contacto con ellos, presentando en el momento una reclamación telefónica.
En esos días, el cliente presentó reclamación oficial por escrito a Nissan Iberia, la central de Nissan en España, sita en Barcelona, con acuse de recibo, donde se le pedía una contestación y resolución al problema, la indemnización por los daños ocasionados, y especialmente y como mínimo, la disposición al cliente de un vehículo de sustitución hasta que se resolviera la reposición del turbo y reparación de su vehículo.
En ninguna de las reclamaciones, tanto en el concesionario de Nissan en Arnao de Telde, la reclamación telefónica a atención al cliente, y el escrito de reclamación presentado en Nissan Iberia España, a día de hoy, el cliente no ha recibido ni una sola contestación de ninguno, ni mucho menos la resolución del problema, ni siquiera una llamada de teléfono, nada de nada, dejando al cliente totalmente desamparado, presentando no solo una falta de obligación de atender la situación, puesto que la reposición de la pieza es obligatoria por parte de Nissan, sino mostrando una falta de respeto al cliente difícil de explicar.
Una pena que tan solo queda los plazos para que medie Consumo y después los tribunales ordinarios.
