María Rosa Pérez, vecina de Salinetas, lleva 38 años esperando a que la guagua llegue hasta las inmediaciones de su casa. «Antes era una odisea para nosotros ir hasta las Palmas. Teníamos que ir a Playa del Hombre y coger la guagua hasta Telde para después hacer el transbordo e ir hasta la capital. Cuando teníamos médicos era una odisea». Esta señora explicaba con alegría que no se había enterado de que sería una de las afortunadas en disfrutar del viaje inaugural y para el que reclamaba un buen chocolate con churros ya que «no me dio tiempo a desayunar con las prisas para ver la guagua».
Mientras los vecinos esperaban ansiosos la llegada de la guagua, el concejal de Transportes del Ayuntamiento, Juan Martel, y Abraham Santana, edil de Tráfico, debatían y buscaban el lugar idóneo para establecer la parada de guaguas. Puesto que por recomendación de Global debe ser reubicada porque en el lugar actual entorpece el tráfico. Un debate al que se unieron los efectivos de la Policía Local y los técnicos en busca de una solución que beneficie tanto a los usuarios de la guagua como a los coches.
Llegó la guagua
Con puntualidad británica llegó la guagua a la parada de Salinetas, donde se citaron los políticos, el gerente de Global y los vecinos del municipio. El buen humor y la alegría inundaba la parada de la guagua en la que todos buscaban el mejor sitio para salir en la foto de rigor con la que inmortalizar un momento histórico para todos los presentes, sobre todo para los vecinos.
Los residentes, entre los que se encontraban los colectivos Meclasa, Las Olas y Punto y Seguido, que llevaban años realizando esta demanda no podían ocultar la alegría y no dudaban en charlar con las autoridades presentes para pedir algo más.
La guagua inició el recorrido entre aplausos y en la primera parada se subieron sus dos primeros pasajeros, Paula Jiménez y Daniel Oliva. Dos jóvenes que se habían enterado de la puesta en funcionamiento de la línea y no dudaron en hacer uso de ella. «Antes dependía de mis padres para ir y venir a Las Palmas de Gran Canaria. Para mí es un ahorro de tiempo, además de ganar en independencia», explicaba Paula Jiménez, quien frecuenta la zona de Salinetas para visitar a su abuela. Ahora lo podrá hacer sin depender de nadie.
Un ahorro de tiempo y mayor calidad de vida es lo que ganan todos los vecinos de la zona. «Con esta línea de guagua dejo de ser taxista de mi hijo. Antes tenía que estar llevándolo a Las Palmas, cada vez que iba al cine o a coger olas, y bien volvía hasta mi casa o tenía que esperarme allí hasta que terminara», explica Pilar Calderín.
Casi 35 minutos de recorrido
En el trayecto que unió Salinetas con San Telmo y que duró entre 30 y 35 minutos, se convirtió en un momento histórico para los vecinos y los políticos, que charlaron amigablemente. Unos reclamaban algo más, mientras que el consejero del Cabildo, Francisco Trujillo, les recordaba los años que llevaban luchando para el establecimiento de la línea y que finalmente, se ha convertido en una realidad.
«Desde 2010 estamos intentando establecer esta conexión entre Salinetas y San Telmo y hoy es una realidad. Ahora todo dependerá del acogimiento que tenga entre los usuarios de la línea pero es una facilidad para todos ellos, además, que no tenía sentido que esta línea no estuviera operativa».
Con la llegada a San Telmo se desataron los aplausos y vítores de todos los presentes en el trayecto inaugural. «Este viaje es una ilusión cumplida», apuntaban José Bueno y Fefé García. Ellos con el establecimiento de la línea 75,que une Salinetas con San Telmo ganan calidad de vida.
«Antes cuando tenía que venir al médico tardaba una hora y media. Mi marido me tenía que llevar hasta Telde, o bien cogía la guagua para allí hacer el transbordo y venir hasta aquí. Además, siempre tenía que salir con un poco más de tiempo para que no se me escapara la guagua», apuntaba Fefé García. Una ilusión cumplida para unos vecinos que llevan años reclamando la puesta en marcha de la línea hace años. «Antes de que la línea 75 empezara a operar en La Garita, nosotros ya habíamos solicitado que la guagua llegara hasta Salinetas».
Un servicio que operará de lunes a viernes desde las 5.45 y operará hasta las 21.45 de la noche. Coincidiendo los horarios con los tramos en los que más usuarios cuenta la línea, que tendrá un coste de 2,20 euros por trayecto. Y que buscará ampliar su servicio a los fin de semana en la campaña de verano.
Un total de 24 paradas con las que Salinetas se une a San Telmo que suponen el final de un litigio administrativo, un ahorro de tiempo y mayor calidad de vida para todos los vecinos de la zona. La guagua se convierte también en un atractivo turístico ya que los vecinos del norte de la Isla podrán disfrutar con mayor facilidad de una playa como la de Salinetas.
Momento histórico para todos los vecinos que tienen San Telmo a treinta y cinco minutos de su casa en um servicio largamente esperado en la costa de Telde.
La Provincia-Dlp
