Siempre se supo que estaba ahí, pero durante décadas fue un yacimiento olvidado, incluso para la ciencia.Es más, la primera intervención arqueológica en La Restinga, en la costa de Jinámar, data de 1978. Hoy, casi 40 años después, se ha descubierto en él la estructura prehispánica con mayor volumen de registros de la historia reciente de la arqueología.
Marta Alamón, arqueóloga que trabaja en el lugar, destacaba lo insólito del dato. «Lo habitual es que aparezcan 1.000 o 2.000 registros, pero 21.500 es una barbaridad», confesaba al pie de la estructura del curioso hallazgo, que tiene tipología cruciforme y que la han bautizado con el número 7. Marcos Moreno, codirector de la empresa Tibicena, que está excavando estos vestigios, no dudaba este lunes en darle categoría de hito. «Es el mayor volumen descubierto en una estructura aborigen en la historia reciente de la arqueología de Canarias», indicó.
Entre los restos hay de todo, desde una cantidad inimaginable de malacofauna hasta vestigios de industria lítica o cerámica, pasando por objetos de metal que aparecieron en un contexto aborigen. Al lado tiene otra pequeña construcción circular que vinculan con una especie de basurero. Por el momento, según explica otro de los arqueólogos, Pepe Guillén, no pueden determinar con certeza el uso que se le dio a la estructura 7. Creen que primero fue una casa y que después se reutilizó para funciones diversas, por lo que al menos tuvo dos momentos de ocupación.
Estos especialistas llevan dos años trabajando aquí gracias a la financiación del Parque Marítimo de Jinámar. Han excavado ya varias estructuras de las 12 que por el momento tienen localizadas. Entre ellas no solo les ha llamado la atención la 7. También se sale de los cánones habituales otra estructura de grandes dimensiones más pegada a la costa y que está vinculada a otra anexa de un tamaño igualmente considerable. La excavación casi ha acabado.
(*) Canarias7
