El desgobierno infecto de Telde y sus palmeros achacan al mal tiempo el fracaso estrepitoso de la VII Feria de la Naranja, subestimando la inteligencia de la ciudadanía que ya conoce el «modus operandis» la falta de capacidad, la vagancia y la inacción política del gobierno de laboratorio de Telde (NC-CC y Martel), en la permanente improvisación, cuando no de espalda a la ciudadanía, en contra de los colectivos y fuerzas vivas, como es el caso, con la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Telde, en la VII edición de la Feria de la Naranja este año venida a mercadillo de ventas del cítrico, no sólo con una participación mucho menor que en ediciones anteriores, sino con una representación de «casetillas» (el nombre despectivo con el bautizó la concejala de Agricultura a los stands), testimonial, simbólica, completamente ridícula.
Una Feria que se pudo lucir en esta edición, corrigiendo errores y celebrándose en el Área polivalente, recién inaugurada. El dato empírico es que este año en el mercadillo municipal se montaron 13 stands, frente a 37 con el gobierno anterior. En esta edición participaron 13 cictrocultores, con la concejala Maria Calderín, el año que menos presencia tuvieron asistieron 26. O sea, el doble. Y con mucho menos presupuesto.
Según datos oficiales de participación de público que maneja la policía local pudieron acudir durante la jornada alrededor de 200 personas que tuvieron que irse huyendo por la lluvia porque la concejala de Agricultura Marta Sánchez en la inopia y en la permanente improvisación no supo prever las inclemencias meteorológicas de la que estaba avisada con una semana de antelación.
A nadie sorprende que la Feria este año haya sido un fracaso. Ya lo esperábamos. Esta es la crónica de un descalabro anunciado.De una feria dinamizadora de los productos agrario de la tierra a un mercadillo de venta de naranjas y queso.
A la Feria la salva los agricultores y los citricultores que lo dan todo cada año, poniendo ilusión, dedicación, cariño y entrega un esfuerzo que se ve deslucido por la inoperancia de la concejala Marta Hernández (NC) en la permanente improvisación.
Quiénes en Telde llevamos siguiendo la vida política, cultural y social desde 1979 y conocemos la forma «sui géneris» de hacer política de este gobierno de chapa sabíamos que la concejala de Agricultura Marta Hernández (NC) tenia el fracaso de la Feria garantizado porque había empezado a organizarla apenas tres semanas antes, por encontrarse muy ocupada con las fiestas de su barrio en Jinámar. Es más, ni siquiera ella ha dado un palo al agua en la organización. El trabajo ha sido exclusivamente de los trabajadores de la concejalía, coordinados por la funcionaria, Águeda Inés Pérez Pulido.
Este evento consolidado por la concejala del gobierno anterior, Maria Inmaculada González Calderín (PP) en la foto con la actual concejala de Mercados Marta Hernández que ha descendido notablemente el nivel y el listón de las ferias organizadas por el Gobierno anterior y es que no se puede improvisar, porque lo abocas al fracaso, además de dilapidar los miles de euros de los contribuyentes en su organización, promoción y divulgación, que de paso sirve para subvencionar a los medios afines.
Y mucho menos se puede hacer de espalda y en contra de sus verdaderos protagonistas, los agricultores, a quiénes por cierto, la concejala de Agricultura Marta Hernández no ha dedicado ni un segundo en atenderlo ni escuchar sus propuestas e iniciativas, un desprecio inédito a los agricultores y ganaderos de Telde, un triste episodio sin parangón en la historia política de la ciudad, desde 1979.
La concejala de Agricultura Marta Hernández no tiene claro cuales son los objetivos de la Feria. Tampoco se ha interesado en preocuparse por conocerlo. De hecho, no asistió a ninguna edición en los gobiernos anteriores. Marta no sabe por ejemplo de la importancia de la representación en la Feria de la Asociación de Agricultores y Ganaderos. Convendría que le quede claro a la concejala que en ediciones anteriores el trabajo del colectivo ha sido fundamental. No es solo una presencia física para apoyar a la Feria, sino que el presidente Jose Luis Santana Pérez informaba a los visitantes del trabajo de la asociación informando a los interesados en por ejemplo, comercializar los productos, comprar terrenos para la plantación de los productos de la tierra, conocer técnicas de riegos, siendo un punto de encuentro para la comercialización de los productos de la tierra.
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Jose Luis Santana presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Telde cada año en la Feria captaba nuevos afiliados e informaba a los jóvenes agricultores como cultivar el cítrico, motivando e incentivando la emprendeduria en la agricultura. El gran objetivo de comercializar los productos canarios en el mercado se vio cumplido en el gobierno anterior con convenios entre otros grandes supermercado con la cadena de alimentación del grupo SPAR.
El «mercadillo» de este año (al igual que ocurrió el año pasado), ha retrocedido en ventas y la comercialización de los productos y seguimos por debajo de Valsequillo, un municipio con 10.000 habitantes. Conviene recordar que la agricultura impulsa la economía, genera riqueza y crea puestos de trabajos.
La Feria además ha servido en años anteriores para la promoción del municipio, con visitas guiadas a cargo del Cronista Oficial, Antonio Maria González Padrón, e incluso de promoción turística. La alcaldesa Carmen Hernández, cual satélite errante giró una visita tan fugaz como ella misma, sólo fue unos minutos, siendo inmediatamente sacada en volandas por uno de sus asesores mas íntimos, como si se avergonzara de estar en la Feria.
Tradicionalmente la concejalía de Agricultura, en las etapas del concejal Marcos Gerardo Monzón (NC) y Maria Calderín (PP) las actividades de la concejalía se organizaban al menos con tres meses con antelación, Marta Hernández las prepara 20 días antes, cuando se lo recuerda Águeda. Porque ya sabemos que Marta es muy corta, se entera tarde de lo que debe ser una programación anual de actividades y tiene problemas de memoria a corto, medio y largo plazo.
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Por eso la también concejala de Santidad se le olvidó este año programar actividades para los Dias Internacionales de la Diabetes, de la Infancia, del Cáncer, entre otros.
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En el caso de la Feria de la Naranja (otrora Fiesta de la Naranja) motivando y apoyando a los agricultores y ganaderos durante todo el año. En este gobierno la concejala de Agricultura Marta Hernández se ha enfrentado y ha despreciado a los agricultores y ganaderos, que como era de esperar le han hecho el vacío no acudiendo a la VII edición de la Feria de la Naranja, quedando completamente deslucida.
Cualquier concejal con buen criterio, que no sea sectario, como es el caso, al hacerse cargo de sus delegaciones procura mantener cuando no mejorar las cosas que ya se encuentran consolidadas. En Telde no, aquí lo cambian todo aunque lo único que logren sea un bodrio, como ha ocurrido este año. La prueba mas palmaría es que en el mercadillo de venta de naranjas celebrado se instalaron apenas 13 «casetillas» frente a los 37 stands de buen gusto, en ediciones anteriores, 7 citrocultores este año, frente a los 26 en el gobierno anterior.
Marta Hernández, la concejala de Agricultura, se encontró una Feria de la Naranja que llevaba ya cinco ediciones, perfectamente consolidada que representaba ya la recuperación del n,ombre de los cítricos de nuestro municipio y la ha convertido en un mercadillo.
Marta Hernández como el resto del desgobierno de Telde es como el caballo de Atila en el desgobierno de laboratorio que «por donde pasa no crece la hierba». Aunque la máxima responsable es la arrolladora Carmen Hernández que tomando sus propias palabras: «Siempre he dicho que si en un aula suspende el 99% el problema no es de los alumnos, sino del profesor». En el aula de la corporación municipal de Telde suspende el 100% de sus alumnos (en el gobierno de laboratorio con aprendices, sin capacidad de trabajo ni vocación de servicio, que no acaban de aprender), en un contínuo retroceso del desarrollo económico, político y social de la ciudad, venida a aldea pitufa.
Manuel Ramón Santana
