Telde no es Sicilia, a Dios gracias, pero los políticos de su Ayuntamiento recuerdan con lo que está ocurriendo a los códigos de silencio que imponía la Mafia.
La omertá es el término que define al régimen de silencio y lealtad de la mafia. De ocultación, de sigilo. Es una norma no escrita que rige el comportamiento de determinados miembros de estas organizaciones .
Una cosa muy parecida se está dando en Telde, donde el grupo de gobierno con su Alcaldesa al frente, han establecido un clamoroso silencio y oscurantismos ante el escandalazo que se ha producido en la Policía Local, por las malas praxis de su jefe accidental Félix Ramos, que se destaparon el pasado 13 de febrero.
Salvo la prensa independiente y los cuatro sindicatos del Ayuntamiento de Telde (CCOO, UGT, SITCA y STAP), que han pedido hoy en un demoledor comunicado la destitución inminente del Jefe Accidental de la Policía, ni gobierno ni oposición han dicho aún esta boca es mía ni se ha pronunciado ante la grave situación de la Policía Local.
Los problemas en el seno de la Policía local no son nuevos, ni la existencia de la guardia pretoriana de Félix Ramos tampoco, lo que llena a los ciudadanos de indignación es la falta de respuesta política del grupo de gobierno y la inacción de una desastrosa oposición.
Los ciudadanos tienen la necesidad de saber aquellas cuestiones donde reinar la confusión y fracasa la transparencia. Los informadores debemos dar respuesta a sus preguntas ya que los políticos no lo hacen, desmontar y destapar de una vez la ley del silencio que impera en nuestro municipio.
Teldealdía.com
