«Tanto hablar de las tabaibas Padre Báez, ¿no conseguirá el efecto contrario?…»

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Tanto hablar de las tabaibas Padre Báez, ¿no conseguirá el efecto contrario?…

“… no quedará…  ni rama ni raíz…” (Malaquías 3, 13-4,2a). / “… preparaste el terreno, y echó raíces…” (del salmo 79).

… ¡no, no lo creo!, ¡ni mucho menos! Eso es lo que algunos querrían, pero no les voy a dar ese gusto. Vamos a tener tabaibas para rato (¡por mucho tiempo!, si Dios quiere). Al menos hasta que nos recuperemos, y crezcamos, y todo ello se refleje en una economía equilibrada y desarrollada. ¡Ese es mi compromiso! Y no será cosa de tres días conseguirlo. De hecho, no podemos gastar, y si lo hiciéramos nos endeudaríamos. Recuperarnos es posible, aunque el camino no vaya a ser corto. Todo depende del dinamismo político que lo empuje, y por lo que vemos, no están por la labor. Repito: la restauración, es posible. También la sostenibilidad y el equilibrio, si hubiera voluntad política.

Se puede salir de la crisis, aunque la cosa no vaya  a ser fácil, pero se puede, ¡y se debe! Nos enfrentamos a la macroeconomía. Tendremos que ajustar los gastos según los ingresos; hay que tener cuidado con no endeudarnos; y, ¡ojo con los préstamos! Con el pleno empleo, creceríamos. Tenemos que venir a la economía doméstica o familiar; que nos proporcionen estabilidad y prosperidad. Todo será cuestión de ajustes. Y los gastos, sean acorde al empleo. Pero, ya dije, esto va de largo, lento, despacio. Partamos de la realidad: estamos derrumbados, hay que seguir en la austeridad, no nos  van a faltar dificultades, tenemos deudas, hay que hacer ajustes, y hay que emprender reformas. Estamos en desempleo, y no producimos. La economía debe -tiene- que crecer. Hay que recuperar el crecimiento. Tenemos grandes posibilidades de producciones diversas. He ahí nuestro potencial, y que la crisis destruyó nuestra producción. Nuestra producción debe aumentar e ir a más (casi no tenemos nada). Con ella, vendrán los ingresos.

Hay que salir del hundimiento del empleo en el que nos encontramos. La supresión de la productividad, debe cambiar a producción de la misma, y ésta debe creer. Hay que pasar de la inactividad  a la actividad. Hay que mezclar  los estímulos con la austeridad. Con la actividad, vendrá la recuperación. Hay que cambiar de política. No importa nuestra economía sea pequeña, pero al fin sea economía. Hay que salir de la inactividad. Hay que subir la producción…

El Padre Báez

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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