Suenan tambores de desgarro político en Telde. Está previsto que la mesa de seguimiento del pacto se reúna el jueves. Y, según la información manejada, en la asesoría jurídica radica la disputa. La entrada de CC en el equipo de gobierno no ha sido neutra. Hay algo más que la mera alegoría de una confluencia del nacionalismo que recuerde viejos tiempo. Y también supone pieza de valor para CC en cuanto que requiere alcanzar cualquier relevancia institucional en Gran Canaria. La situación en Telde es, en realidad, todo eso y mucho más. Hay discrepancias por el reparto de áreas acordado en cuanto que unos concejales pueden lucirse más que otros a la hora de vender el producto. Y en esas lides llega la asignación de las competencias de urbanismo al edil de CC Pablo Rodríguez, con la consecuente sensación de afeamiento político en el resto.
Aunque el problema ahora es la asesoría jurídica: la alcaldesa quiere ocuparse de ello con o sin compensación con el PSOE. Y, por su parte, los concejales socialistas están dispuestos a romper si lo acordado en su día en el pacto se lo quitan sin más. No consentirán un decretazo. Las posibilidades de expandir la gobernabilidad no solo pasaba para la alcaldesa por la asistencia de CC, existía además la opción de Más por Telde que ostenta cuatro ediles. Pero Carmen Hernández no quería ni oír hablar de la posibilidad de entenderse con Más por Telde; aunque esta vía aliviase tensiones con el otro socio de gobierno que ahora, en cambio, han despertado tras la llegada de CC. De hecho, no se entiende cuando la participación de CC ha despojado de responsabilidades a NC.
El Ayuntamiento de Telde tiene dos limitaciones estructurales que no pueden ser obviadas bajo ningún concepto: la práctica vigilancia de sus cuentas a modo de casi una intervención y, por otro lado, las irregularidades urbanísticas que han espoleado los peores episodios de la historia reciente de Telde ante la opinión pública. Y es que se trata de un menú de dislates impropios para un municipio tan importante para Canarias. Una herencia que empeora la capacidad de diálogo en la actualidad por los actores políticos. Por eso la reordenación del pacto es asunto capital que, de no tratarse correctamente, puede llevar a que los concejales del PSOE pasen en breve a la oposición. En fin, que precisamente por el historial político reciente que atesora Telde, no está el Consistorio para demasiados experimentos. Todo paso para consolidar la estabilidad es escaso con un pleno tan fragmentado. Y los bandazos solo quebrarán su credibilidad municipal. Esta semana puede ser decisiva.
Rafael Álvarez Gil, Canarias7
