“Por un puesto en las cortes”

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Hubo un tiempo en que le vi sentido a eso de que Canarias tuviera su propia voz en las Cortes de la metrópoli. Así lo creyeron también más de 220 mil canarios que, con sus votos, metieron 4 diputados que, con argucias legales, se convirtieron en grupo parlamentario. No fueron la voz del pueblo sino los intermediarios, los conseguidores, los mercaderes que cambiaron los fueros canarios por espejitos, singularidades por negocios para cuatro. Cuatro años mercadeando bastaron para perder 100 mil votos y ocho para que, “las voces”, anden otra vez plegadas a la “música y letra” de los dos partidos de la metròpoli, que vuelven a prometernps ese amor suyo demostrado durante tantos siglos de burdo colonialismo.

Por un puesto en las Cortes, Nueva Canarias ha diluido de facto su oportunidad de ser el nacionalismo autodeterminista aprobado en último congreso, su vocación de nueva izquierda, su apuesta por enterrar la vieja política. Por un puesto en las Cortes, NC votará desde la bancada de los socialiberales y nacionalistas españoles del PSOE, un gobierno que también maltratará a Canarias y a los ciudadanos decentes de España porque será un más de lo mismo si de PSOE, PP o Ciudadanos depende. Por un puesto en las Cortes, daremos carta de naturaleza a una esquizofrenia política donde NC será aliada de la metrópoli en Madrid y en Canarias enemiga del gobierno donde estará el PSOE. Por un puesto en Madrid habremos perdido la credibilidad sembrada, la identidad diferenciada, el discurso sin interferencias. Por un puesto en las Cortes hemos rescatado a un PSOE que abandonaban ya hasta los suyos.Por un puesto en las Cortes llamamos progresistas a unos capitalistas convencidos y vendidos a la Troika. Por un puesto en las Cortes cambiamos el pedigrí prometido de luchadores del bien común, por el de mamporreros de la casta.

Cuantas cosas pérdidas…por un puesto en las Cortes del Reino. Precisamente cuanta más Nación y Más izquierda teníamos que reivindicar para Canarias.

Hubo una época en que por un puesto en las Cortes NO RENUNCIAMOS A SER NOSOTROS. Que envidia, que pena.

(*) José Carlos Martín Puig, sociólogo y miembro de Nueva Canarias

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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