«NO ES TURISMOFOBIA, ES PROTEGER CANARIAS»

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Dentro de unos días se celebrará en nuestras Islas, una serie de manifestaciones y concentraciones en defensa de esta tierra. Las personas y colectivos que alzarán la voz, contra el modelo vigente del turismo depredador y de masas no están en contra de que vengan turistas a disfrutar de las islas, sino del modelo que se ha implantado en esta tierra en las últimas décadas y que en los últimos años ha empeorado la calidad de vida de los canarios y las canarias, ya que ha quedado acreditado que el modelo “cuantos más turistas, mejor” que los diferentes gobernantes han implantado, ha tenido un impacto tremendamente negativo, no sólo en la población, sino también en nuestro frágil y exclusivo ecosistema. Este modelo también ha supuesto una pérdida de la identidad cultural canaria. El turismo masivo está diluyendo la cultura local, llevando a un reemplazo de tradiciones y costumbres por versiones más comerciales y homogéneas, que beneficia al turista de turno y que ha transformado la vida en nuestros pueblos y en nuestros barrios, en donde podemos ver como acaban con los negocios tradicionales de toda la vida y que son suprimidos por cadenas y franquicias gigantes que se encuentran en manos de empresarios foráneos.

De los efectos más perjudiciales y nocivos para el conjunto de la ciudadanía canaria se encuentra el aumento del coste de vida y la consiguiente precariedad del pueblo canario. Hablamos de optar a una vivienda digna, de trabajos con sueldos decentes y de unos precios de la cesta de la compra asumibles. Respecto a la vivienda, el cual es el principal reto y preocupación del canario, el alza de precios de la misma, ya sea en alquiler o en compraventa, es una consecuencia directa de la adquisición de vivienda por parte del europeo con un alto poder adquisitivo, a lo que hay que sumar un excesivo aumento de la vivienda vacacional.

Dicho de otro modo y para que se entienda, hablamos de alquileres que suben y suben para hacer negocio con los turistas en primer plano, pero que está afectando de forma muy grave en segundo plano a los residentes, que ven como no pueden acceder a la principal necesidad de toda persona, la vivienda. En el tercer trimestre del pasado año, casi el 30% de los compradores de viviendas en Canarias fueron extranjeros, sumado a que cuatro de cada cien viviendas en el archipiélago se destina a vivienda vacacional, está haciendo imposible para el canario adquirir una vivienda.

A dichos aumentos de precios en alquileres de viviendas, también se está uniendo un aumento de los precios de los productos básicos, lo cual está llevando al desplazamiento de la población local fuera de sus antiguas zonas de residencias, -lo que conlleva a una pérdida de diversidad social, y acentuando así, la creación de barrios para ricos y para pobres- en busca de zonas más baratas para sobrevivir, lo que conlleva a una pérdida de diversidad social.

El viejo mantra de “Canarias vive del turismo”, parece por tanto que debe ser reformulado con los datos sobre la mesa, ¿de verdad el turismo de masas nos beneficia tanto como siempre se nos ha intentado hacer creer? Habrá que preguntarle a los trabajadores del sector turístico. No es la primera vez que desde dicho sector alzan la voz, -el ejemplo lo tenemos en las llamadas kellys- sobre la explotación laboral, donde se han quejado sobre sus condiciones precarias en donde sufren altas cargas de trabajo, bajos salarios y de horas interminables en sus puestos de trabajo.

Por desgracia con el sistema actual también nos podemos encontrar con un modelo que lleva a una degradación del medio ambiente. El ejemplo lo tenemos en la isla de Tenerife (Achinet), en la que se informa a los residentes de dicha isla de restricciones de agua, pero al mismo tiempo se fomenta a que vayan más y más turistas, los cuales no tendrán que sufrir dichas restricciones. Dentro de la degradación del medio ambiente, podemos encontrarnos con un aumento del consumo de los recursos, la generación desproporcionada de residuos o la contaminación del entorno. Este “trío”, conlleva al deterioro del entorno natural.

Como ya se ha explicado con el ejemplo que se ha puesto con Tenerife (Achinech), con las restricciones de agua, se está viendo que hay un agotamiento de los recursos; el consumo excesivo de agua, de energía y otros recursos naturales están poniendo en riesgo la sostenibilidad de las islas.

La manifestación del 20 de abril, no está creada bajo el paraguas de la turismofobia, aunque desde algunos sectores, se venda ese discurso. Está creada y promovida para un cambio de modelo de turismo, más sostenible para el archipiélago canario.

(*) Tanausú Alemán Gutiérrez, residente canario

Florentino López Castro

Florentino López Castro

4 comentarios en ««NO ES TURISMOFOBIA, ES PROTEGER CANARIAS»»

  1. me parece que usted de Canario solo tiene el nombre, por favor no me haga reír que me duele la próstata jajajaja

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    • A lo mejor le duele la próstata Chicote porque no tiene ni pajolera idea de lo que se dice en este artículo, bastante clarificador, harto estoy de voxeros que se ocultan en el anonimato, a ver si le terminan de romper los huevos con tanta memez

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  2. te deberían de descontar el sueldo y la SS de ese día para que veas donde te aprieta el zapato y así sabras lo que es hacer el bobo totorota,

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