EL TRANSPORTE SANITARIO NO URGENTE (TSNU): UNA REALIDAD OLVIDADA

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En el vasto escenario del transporte sanitario, donde las ambulancias de emergencia brillan con luz propia, existe una figura que, a menudo, se desvanece en la penumbra de la atención pública: el Transporte Sanitario No Urgente (TSNU). Como un trabajador incansable en este ámbito, me veo obligado a arrojar luz sobre la importancia fundamental que desempeña el TSNU, particularmente en el ámbito del Transporte Extrahospitalario. Una rama en donde innumerables pacientes necesitan ser trasladados a diferentes centros sanitarios para recibir tratamiento o someterse a pruebas diagnósticas, y que necesitan de ella.

El TSNU abraza una variedad de servicios esenciales que, aunque no están dentro de las emergencias, son vitales para el bienestar de los pacientes. Uno de los roles más destacados es el traslado de pacientes oncológicos. Estas valientes personas, luchando contra una enfermedad tan desafiante, a menudo requieren traslados especializados y cuidadosos hacia y desde centros de tratamiento. Cada viaje representa un eslabón crucial en su búsqueda de esperanza y curación.

Además, el TSNU desempeña un papel crucial en el traslado de pacientes a consultas médicas, un servicio que no solo facilita el acceso a la atención médica especializada, sino que también contribuye a evaluar y monitorear la progresión de diversas patologías. Pacientes con condiciones crónicas y complejas dependen de este servicio para recibir la atención que necesitan, contribuyendo así a la gestión efectiva de sus enfermedades.

Los servicios de rehabilitación representan otra faceta vital del TSNU. Pacientes que buscan recuperarse de lesiones, cirugías o eventos traumáticos confían en estos traslados para acceder a instalaciones especializadas que les brinden la atención necesaria. El transporte sanitario no urgente se convierte, por lo tanto, en un puente hacia la recuperación y la mejora de la calidad de vida.

En el ámbito de la diálisis, el TSNU juega un papel insustituible al facilitar el transporte regular de pacientes que requieren tratamientos continuos. Estos viajes, aparentemente rutinarios, son la línea que separa la estabilidad de la salud y la urgencia de situaciones críticas. Un fallo en este servicio podría tener consecuencias desastrosas para los pacientes.

Aun con todo lo expresado y de la importancia del TSNU y de sus profesionales, muchos vemos y sentimos una desvalorización y falta de consideración por parte de la administración, los centros sanitarios y la sociedad en general. No se reconoce como un servicio sanitario, sino como un simple transporte. Los trabajadores no son considerados profesionales sanitarios, -a pesar de contar con una gran experiencia en el sector y de contar con formación especializada- sino como simples conductores o ayudantes. Los pacientes no son tratados como usuarios del sistema sanitario, sino como meros pasajeros.

A pesar de la magnitud de su contribución al sistema de salud, el TSNU a menudo se encuentra en la sombra de la ambulancia de emergencia, siendo la gran olvidada en el transporte sanitario. Esta falta de reconocimiento no solo se traduce en recursos limitados y financiamiento insuficiente, sino también en la ausencia de la atención pública que merece.

Actualmente, la flota de ambulancias del TSNU, compuesta por 258 recursos distribuidos en todo el Archipiélago, y se ha puesto de manifiesto que es un número bastante bajo, ya que se ha demostrado una carencia de recursos humanos y materiales adecuados. La insuficiencia de ambulancias del TSNU, provoca retrasos, esperas de horas por parte de los pacientes, lo que provoca cancelaciones y quejas.

Es necesario que el TSNU no deba ser subestimado ni descuidado. La sociedad debe reconocer su papel crítico en el mantenimiento del bienestar de los pacientes, especialmente aquellos que enfrentan enfermedades crónicas y debilitantes. Es necesario un cambio de modelo que coloque al TSNU en el centro del escenario sanitario, asignándole la importancia que merece y garantizando que cuente con los recursos necesarios para cumplir su misión de manera eficiente.

Por último, solo decir que, el Transporte Sanitario No Urgente no es simplemente un servicio de transporte; es un enlace vital en la cadena de cuidado de la salud. Reconocer y valorar su contribución es esencial para construir un sistema de salud completo y equitativo que atienda las diversas necesidades de los pacientes

Tanausú Alemán Gutiérrez, Trabajador del TSNU en Gran Canaria

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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