Muchas cosas han pasado desde que un 30 de junio de 1975 se constituyera el Club de Leones de Telde. Una veintena de hombres, socios fundadores, decidieron poner las bases de una entidad que se ha caracterizado siempre por el servicio a los ciudadanos. Ahora celebran sus 40 años con una cena que tendrá lugar el 6 de junio en el Hotel Santa Catalina.
Históricos de la ciudad, como Francisco Artiles, José Macías, Rafael Carreras, Antonio López y Jorge Sánchez fueron los cinco que impulsaron su creación. Señalan al último como al «culpable» de conseguir hacer realidad este sueño.
Con el paso de los años llegaron a ser 52 socios, pero la crisis y la falta de interés de las nuevas generaciones ha reducido el número a los 22 actuales. Aún así, siguen trabajando y quieren celebrar estas cuatro décadas para reencontrarse.
En la cena del próximo sábado, en el que se prevé la participación de un centenar de personas, esperan contar con la presencia del gobernador del Distrito 116 B de España, Luis Salas. Además, habrá sorpresas y homenajes, que no se pueden desvelar porque los agasajados aún no lo saben. Como por ejemplo, la entrega de una de las máximas distinciones a nivel mundial, el Melvin Jones. Se trata de celebrar la «existencia» y el trabajo que han realizado en estos años, explican Rosa Nordelo y Francisco Artiles, presidenta y vicepresidente en la actualidad.
También forman parte de la directiva Emilio Monzón y Andrés Falcón. Durante el evento le darán la bienvenida a dos nuevas socias, Nayra Franco, miembro también de la directiva, y Raquel Martín. Gente joven con la que esperan la renovación y que continúen la labor.
A lo largo de estos años han sido muchas las personas o entidades con las que han colaborado a través de meriendas, cenas o diferentes fiestas que fueron cambiando con el transcurrir de las épocas. Destacan que la labor que hacían y que siguen haciendo no es benéfica, sino social. Buscan paliar las carencias que sufre cada comunidad.
Además de ayudar a mayores, personas sin recursos o niños en centros de acogida, que gestionan a través de las instituciones, también han donado importantes materiales al municipio. Entre ellos, un camión de bomberos de 1.000 litros en 1987 que costó más de 6 millones de pesetas o artículos a Cruz Roja.
En esa época entregaron, además, una escultura de Rogelio Domínguez, Garfa, que 10 años después sigue sin ser restituida tras unas obras en la zona de Arnao, donde estaba ubicada.
En la actualidad organizan actividades para recaudar fondos. Cada vez que planean un acto ya saben a quién destinarán los recursos. El objetivo es, siempre, ayudar a los demás. Nordelo y Artiles insisten en la necesidad de más manos para ello. No solo como socios, sino también para colaborar. Hay personas que tal vez no pueden pagar la cuota, pero sí hacer otros servicios. Todos son bienvenidos.
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