Las mejores versiones pop-rock del grupo grancanario Macaronesia y los pegadizos versos musicales del artista galdense Arístides Moreno inundaron de música y ritmo la playa de Melenara pasadas las diez de la noche de ayer. El concierto de verano joven enmarcado dentro de la campaña estival Súbete a la ola de la vida no defraudó a propios y extraños que se estregaron desde el minuto unoa la fiesta sobre la arena.
La celebración de este evento, que coincidió con el inicio de los festejos de Melenara, congregó a una marea humana que no quiso perderse la chispa de las letras sociales del cantautor y los grandes éxitos de la banda isleña que hicieron navegar hacia la nostalgia.
Los problemas de financiación del Gobierno local en el desarrollo de su programa veraniego mantuvo inmerso el cartel de artistas en un mar de incertidumbre hasta el pasado 13 de agosto. Sin embargo, y a pesar de esta especial circunstancia, el acto no defraudó en una noche fresca que invitaba a la jarana y diversión.
De la buena aceptación del concierto también se benefició la restaurazión de la zona. De este modo, la amplia y variada oferta ubicada en el propio paseo marítimo, así como en la calle Luis Morote y alrededores, estuvo animada durante una auténtica velada de ajetreo y entretenimiento, ya que una parte de los asistentes acudían de forma periódica a consumir en estos establecimientos.
Arranque de las fiestas
Momentos antes del inicio del único concierto que habrá este verano en las playas del municipio teldense, el barrio marinero vivió un intenso pasacalle anunciador de las fiestas por los barrios de Melenara, Taliarte, Clavellinas y Salinetas. Durante el recorrido, la música de una charanga y las gracias de los papagüevos hicieron las delicias de grandes y pequeños que no pararon de disfrutar ningún instante de la magia.
A continuación, el vicepresidente del Patronato de Fiestas Francisco Ceballos Alejandro, más conocido por Cocó entre sus vecinos, dio el pistoletazo de salida a los fastos con la lectura del pregón. El deseo de Ceballos es que durante estos días impere la tranquilidad y que, a pesar de la asfixia económica, estas celebraciones perduren en el tiempo. A pesar de ganarse la vida a través de la labranza de la tierra, el pregonero se confiesa parte del mar. Por eso se queda con la recreación del chinchorro, que tendrá lugar mañana domingo a partir de las diez de la mañana.
El sábado, en cambio, destaca la tradicional romería que comenzará a partir de las seis de la tarde en el campo de fútbol del Unión Marina. Para rematar la jornada, los ávidos de jolgorio podrán asistir al baile de taifas de las 20.30 horas y a la verbena a cargo del grupo Sin Barrera desde las once de la noche en adelante.
La Provincia-Dlp
