800 VECINOS DE LA SOLANA Y VALLE CASARES EN TELDE SE QUEJAN POR LA FALTA DE AGUA

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Los vecinos de La Solana y Valle Casares, en Telde, siguen reclamando medidas a las administraciones para solucionar la grave falta de agua y las conexiones al alcantarillado que afecta a 800 personas. Esta crisis, que ha persistido por meses, ha llevado a los residentes a una lucha constante y frustrante con las autoridades locales, insulares y regionales, en busca de una solución que parece no llegar.

Por Herrera en COPE Gran Canaria pasó el presidente de la Asociación de Vecinos de La Solana y portavoz de la Plataforma de San Roque, Pablo Agriela, quien criticó «la falta de voluntad y dejadez» de las Administraciones públicas. Desvela que se han sentado con los tres gobiernos de Telde, con el Cabildo de Gran Canaria, con el Gobierno autonómico, incluso han ido al Diputado del Común, pero nadie les ha hecho caso.

«Ha llegado antes la fibra óptica que el agua de abasto»

«Estamos viviendo en los años 30«, se queja. Y es que la situación no es baladí, porque estos barrios están a tan cinco minutos del casco urbano de Telde, y llevan soportando esta situación décadas «sin que nadie nos haga caso». Reconoce que existe un proyecto cifrado en 1,2 millones de euros que jamás se ejecutó: «Parte de este dinero se fue al muro de la vergüenza«, refiriéndose al muro que se construyó en Melenera y a los meses se tuvo que derribar por orden de Costas.

Apunta que la situación de desabastecimiento es tal que se abre un grifo general tres veces a la semana, «lunes, martes y miércoles», para rellenar los aljibes y, a partir de aquí, deben restringir y controlar su uso. Tal situación puede generar graves inconvenientes a los vecinos: «Imagina un anciano que, durante los días en los que hay agua, está ingresado y no se encuentra en su casa, se queda sin abasto».

La agonía del día a día

Los habitantes de estas comunidades se ven obligados a racionar cada gota de agua. Las tareas cotidianas se han convertido en una odisea. Lavar la ropa, cocinar e incluso algo tan esencial como hidratarse se han transformado en desafíos diarios. Las familias, algunas de las cuales llevan generaciones viviendo en la zona, se enfrentan a una realidad impensable: abrir el grifo y encontrarlo seco.

Los habitantes de estas comunidades se ven obligados a racionar cada gota de agua. Las tareas cotidianas se han convertido en una odisea. Lavar la ropa, cocinar e incluso algo tan esencial como hidratarse se han transformado en desafíos diarios. Las familias, algunas de las cuales llevan generaciones viviendo en la zona, se enfrentan a una realidad impensable: abrir el grifo y encontrarlo seco.

La raíz del problema parece residir en una combinación de infraestructuras obsoletas y una gestión deficiente. Las tuberías que abastecen a La Solana y Valle Casares son antiguas y están en mal estado, incapaces de manejar la demanda actual. Además, la falta de inversión en mejoras y mantenimiento ha agravado la situación.

El camino a seguir

Mientras tanto, la comunidad sigue en pie de lucha, organizando protestas pacíficas y buscando apoyo en los medios de comunicación para visibilizar su situación. La solidaridad entre vecinos se ha fortalecido, y han comenzado a compartir recursos y apoyarse mutuamente en lo que pueden.

La falta de agua en La Solana y Valle Casares no es solo una cuestión de infraestructura, sino un reflejo de la necesidad de una gestión más eficiente y comprometida por parte de las autoridades. Los afectados continúan esperando una solución concreta, con la esperanza de que sus voces finalmente sean escuchados.

Cope.es

Florentino López Castro

Florentino López Castro

1 comentario en «800 VECINOS DE LA SOLANA Y VALLE CASARES EN TELDE SE QUEJAN POR LA FALTA DE AGUA»

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