«La nueva izquierda vive de las ideas»

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Coincidirán conmigo que un análisis serio de la realidad pondría en el centro de los problemas que padece la sociedad una serie de problemas concadenados, en los que el paro y la pobreza constituirían el núcleo principal de la acción política. Por distintos motivos, a la izquierda y a la derecha les interesa que el mayor número posible de miembros de una comunidad trabajen y vivan dignamente. Después se abordan, en paralelo, el resto de asuntos que construyen el modelo social. La izquierda debería ser la más consciente de que, por razones ideológicas y de opciones, en el centro de sus preocupaciones deben estar los pobres y los parados, pero por alucinante que parezca, la nueva izquierda, la que representa Podemos y todos sus satélites, han optado por hacer el centro de sus ideas, los problema secundarios.

Me resulta escandaloso que cientos de militantes de izquierda pongan todas sus fuerzas a favor de causas poco nucleares, mientras olvidan el centro  de gravedad de cualquier acción política y humana:  una vida digna. No logro entender que el 12 de octubre sea una causa de la izquierda, y el motivo para enfrentarse a las instituciones. No me entra en la cabeza que la bandera gay, la transexual, la de la mujer, la de la niña, el lenguaje sexista y otras muchas causas, sean el único motivo de la vida política de un miembro de la izquierda, mientras haya personas que tengan que pedir en Cáritas, para comer, pasen frio o no tengan trabajo.

Son causas fáciles, que no requieren sacrificio alguno, que no te alejan de tu mundo de comodidades, de tu zona de confort, con los que no arriesgas el sueldo, los libros que te gusta leer, el móvil de última generación que llevas en el bolso, las vacaciones en Tailandia, los días con los amigos en un hotel de Sur o los gintonic del fin de semana. Trabajar con ideas y con causas insustanciales no te llena de barro los pantalones de Hugo Boss, ni te obligan a dejar en el suelo el bolso de Loewe. Los ideales secundarios no  obligan a remangarte la camisa de Purificación García para recoger del suelo a un enfermo mental, ni a  entrar en la casa de un parado de larga duración donde cada día tienen que humillarse para recoger la comida en un comedor social, revolver las basuras cercanas  a los supermercados o mendigar una ayuda en  la planta baja del ayuntamiento en el que tienes tu despacho.

Ese es el mundo en el que se mueve la nueva izquierda, en las ideas de progres de colores que jamás han pisado la realidad de la pobreza, que no han estado allí donde la desgracia del día a día es el único motivo para sobrevivir. Los de Podemos están en sus círculos, en sus despachos, en sus instituciones conquistadas, en sus alfombras, en sus ideas e ideales, pero no con la gente real, con la que sufre. Están con las mujeres y sus derechos, con los gais y sus causas, con los pobres del tercer mundo lo bastante lejos como para no salpicar ni comprometer mi cómoda vida,  con las causas inútiles, como la abolición de la celebración del 12 de octubre.

Sueño con ver a María Nebot, a Miguel Montero o a Javier Doreste, montando una tienda de campaña en una de las plazas de Cruz de Piedra, Ladera Alta o Jinámar, donde se concentra el 70% de los parados de Las Palmas de Gran Canaria. Más allá de sus fáciles causas, me gustaría verlos al frente de una manifestación de parados de esos barrios, movilizados y llevados de su mano al centro de la ciudad o recorriendo los comedores,  interesándose por la vida de cada uno de sus protagonistas para colocarlas en sus Facebook o en Twitter, lugares habituales por los que hacen circular esas ideas, con las que quieren cambiar el mundo, pero que solo son reflejos de sus acomodadas vidas.

Mucho me temo que no los veremos ahí, porque los parados no tienen tiempo para pensar como ellos, ni estar en las casuas que están ellos. Tienen bastante con el día a día. Militar con las ideas es fácil, cómodo, no crea graves problemas personales, satisface el ego y proporciona respuestas para todo. Es lo que tiene la ideología pura, que viste bien y permite tener siempre las soluciones a punto, elaboradas, precocinadas, confeccionadas. Lo desagradable es oler la miseria, hacer la praxis, el compromiso concreto, el empatizar y ponerse en el lugar de los que sufren, allí donde nadie quiere ir. Militar con las ideas no compromete la vida, como sí la tienen los que cada día ponen su vida al servicio de los que sufren las miserias sociales.

A los de Podemos les encantan las banderas alternativas. Me gustaría ver el diseño de la de los pobres y los parados, y asistir al acto oficial de izada en la puerta del Cabildo de Gran Canaria o del Ayuntamiento de Las Palmas. Me gustaría saber cuál es el color de la pobreza y ver como se ilumina el Auditorio o la fachada del Ayuntamiento mientras, en su entrada, la plana mayor de la nueva izquierda rinde homenaje a los debilitados por esta sociedad injusta.  Y es que no basta con las causas mientras no cumplan, a pie de calle, con lo que predican.

Manuel Mederos (Canarias7)

Como avanzó en primicia Manuel Ramón Santana, CC ya forma parte del Gobierno de Telde

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Como avanzó en primicia el colaborador de ONDA GUANCHE, el profesor y comunicador Manuel Ramón Santana, en Radio Aventura este jueves, la alcaldesa, Carmen Hernández, hizo público las áreas que gestionarán a partir de ahora los dos ediles de Coalición Canaria que se suman al pacto de gobierno en Telde para conseguir una mayoría. Pablo Rodríguez se hará cargo de Urbanismo, además de Patrimonio Histórico y Municipal. Por su parte, la concejala Gloria Cabrera llevará Participación Ciudadana, Voluntariado y Playas.

Se confirma así la entrada de los nacionalistas al Ejecutivo local, como avanzó este periódico la pasada semana. El pacto queda conformado por 14 ediles de NC, PSOE, CC y CCD.