Y entonces… llegó Vistalegre

A los que seguíamos la trayectoria de VOX no nos sorprendió, pero a los medios, a los progres, perrofautas y a la derechita buenista y cobarde del PP y Ciudadanos se les atragantó ver un palacio con 10.000 personas de aforo a rebosar y unos cuantos miles más fuera que no podían entrar al gran acto de VOX..

De repente sonaron todas las alarmas: “¡Alerta ultra!”, titularon los medios que comen y viven a costa del “SI BUANA” a la izmierda, todos coincidían en que VOX era de extrema o ultra derecha y que su éxito resultaba un peligro. Ellos la ULTRA-IZQUIERDA sovietizando al populacho perro-flautico. Claro un peligro para “su democracia”, la de ellos. En “LA SECTA” dicen que debatieron sobre VOX, aunque más bien crearon un juicio y condenaron directamente, sin ningún representante de VOX, analizando si para frenar a VOX era mejor difamarles o, simplemente ignorarlos “CENSURANDO DEMOCRÁTICAMENTE” sus informaciones. Todo muy profesional.

Algunos diarios digitales trataron razonablemente a VOX, pero la totalidad de la prensa de izquierdas, ultra-izquierdas y la de derechas “buenistas” mayoritaria, se sumaron a la campaña de desprestigio, así como todas las televisiones generalistas. El capullo ese de la barbita que se cree alguien y no es nadie, va por esos mundos sovietizados donde le admiten, un tal Evole, el mismo que se fotografió abrazado al terrorista-etarra y ex-presidiario Otegui, llamó fascistas a los congregados en VISTALEGRE, frente al enano pelirrojo, lo que incluye a Ortega Lara, secuestrado por ETA, con la que Otegui colaboró, sin observar contradicción en ello.

El ex-presidiario etarra, mereció para el boca-chanclas de la barbita una consideración que no merecen sus víctimas como Ortega Lara. La prensa española comete con VOX los mismos errores de la estadounidense con Trump o la francesa con Le Pen. No parece que les esté sirviendo de nada. Trump ganó, Marine pasó a la segunda vuelta de las presidenciales francesas y VOX sigue subiendo en las encuestas. Por encima de sus mentiras, que ya casi nadie cree, la verdad se abre camino. El barbitas bocachanclas, tiene razón en temer a VOX. Como triunfe, a él y a cientos como él, se les acaba el cuento.

En VISTALEGRE se gritó “Puidemont a prisión” sin remordimientos y sin censura, se mencionó la batalla de Lepanto cuyo aniversario se celebraba ese día, se prometió derogar la Ley de Violencia de Género, la Ley de Memoria Histórica, ante uno de los mayores aplausos de la sala. Uno de los oradores terminó su intervención diciendo “Dios os bendiga, Dios bendiga España” y el presidente ABASCAL presumió, en un alarde de falta de complejos, de que los sambenitos y los insultos de la izquierda (machista, anticuado, xenófobo y, sobre todo, facha) se los ponía como medallas en el pecho.

Todo esto es, sin duda, denotativo de un cambio cultural importante. Hace tan solo dos años algo así hubiera sido totalmente impensable. El acto de VOX en VISTALEGRE el 7 de octubre marcó un nuevo paradigma político, que de confirmarse en las citas electorales con representación para VOX, tal y como auguran las encuestas, homologará a España con los países de nuestro entorno en los que los partidos patriotas que se oponen a alguna o todas las políticas globalistas tienen ya protagonismo.

España, como tantas veces en su historia, va a pie cambiado. Los problemas contra los que la derecha alternativa reacciona en todo el mundo, llegaron a España más tarde por la protección benéfica que sobre ella ejerció el franquismo. La inmigración masiva, las injerencias mundialistas en la soberanía, las políticas antisociales que multiplican las desigualdades, la presión fiscal asfixiante, la deslocalización y la desin-dustrialización, el deterioro de la identidad y el envejecimiento de la población, la imposición del ideario de la corrección política y la ingeniería social progre-ultraizquierdista, todo eso llegó al resto de occidente en los años 50 y 60, España no lo sufrió hasta los 80 y, en algunos casos, hasta los 90.

Si la acción llegó 30 años más tarde, la reacción deberá llegar, lógicamente, con el mismo retraso. Eso explica que España fuera la excepción al crecimiento de las opciones patriotas y también que vaya a dejar de serlo pronto, porque el éxito de VOX denota que el ciclo ya está cambiando y la avalancha mundial llega a nuestra patria. España no podía ser una anomalía a la tendencia en su entorno durante mucho más tiempo. La ejemplar reacción del pueblo español ante el desafío separatista en Cataluña frente a la pasividad de su clase política desde la ultra-izquierda, izquierda, centro y derecha buenista, demostró que existía un mercado para el patriotismo en España. Solo hacía falta un proyecto serio y responsable que lo llenase. Parece que va a ser VOX.

El domingo 2 de diciembre de 2018, veremos una trayectoria que definirá las próximas elecciones nacionales y fija el jueves 27 de diciembre como fecha constitutiva del nuevo Parlamento que surja de las urnas. Si las cosas van como deben ir, empezaremos a vislumbrar el renacimiento de España. Y, a más de uno, se le acabará el cuento.