TOP SECRET: «Póker de malos»

Comparte esto:

El caso Rosell ha puesto sobre el tapete mediático a cuatro actores de la fauna isleña: un fiscal, un político, un periodista y un empresario.

FISCAL

Es Guillermo García Panasco, jefe de la Fiscalía de Las Palmas. Ordenó la investigación a la juez Victoria Rosell. Apoyó que la justicia retrasara el caso Faycán para no influir en las elecciones a las que concurría la entonces alcaldesa de Telde. En el caso Rosell ha cambiado de criterio. ¿Será porque la juez investigó a su esposa en un sumario sobre una adjudicación en Sanidad? La animadversión entre ambos es notoria.

POLÍTICO

Es José Manuel Soria. Hasta sus enemigos reconocen su brillantez. Su gestión fue reconocida en las urnas en varias ocasiones. Sin embargo, su carácter es criticado incluso por sus aliados. Los militantes del PP le temen. Es un tipo implacable, vengativo. No hay matices, o estás conmigo o contra mi. Montó en cólera al enterarse del acuerdo entre Sosa y MAR para la cesión de la frecuencia radiofónica del primero a UD Radio. Para calmarlo, Ramírez le pasó una copia del acuerdo. La relación entre MAR y el ministro es muy buena desde hace lustros. Ambos la cultivan porque les conviene. ¿Filtró Soria el documento al fiscal? Al fiscal y al político les une su animadversión con el periodista.

PERIODISTA

Es Carlos Sosa. Le tengo estima. Nos conocimos y nos hicimos periodistas en Canarias 7. Con 23 años era jefe de Local. Tiene talento, es mordaz, ingenioso. Buen jefe, coordinaba muy bien la sección y daba la cara por sus redactores. También es emprendedor. Impulsó el primer periódico digital de Canarias, un medio que trajo aire fresco. Afines o no a su línea editorial, desayunábamos con su Top Secret. Se convirtió en un referente. Magnífico periodista, dejó de serlo al difuminarse su credibilidad. Empezó a perderla por culpa de Soria. Su obsesión le llevó al paroxismo de querellarse por el caso Salmón. Algo insólito: lo habitual es que los malos denuncien a los periodistas que se enfrentan al poder –cinco querellas he recibido y cinco he ganado-, no a la inversa. Y terminó por perderla definitivamente cuando el PSOE y CC se aliaron para gobernar Canarias. De ser un crítico pertinaz, Sosa se convirtió en el vocero de Paulino y Pérez. Su metamorfosis tuvo premio: le concedieron una licencia radiofónica. La radio que ha provocado el caso Rosell, la que le ha reportado un cuarto de millón de euros gracias a su alianza con el íntimo amigo de Soria, el empresario.

EMPRESARIO

Es Miguel Ángel Ramírez. A diferencia de los otros tres, no es un pijo de familia adinerada, ni siquiera es hijo de la clase media. Nació en el seno de una familia pobre. MAR tiene mérito. El imperio que ha montado es admirable. Pero tiene sombras; como el ha reconocido, está imputado por tres delitos: fiscal, contra la seguridad social y contra los derechos de los trabajadores. Todo por un mismo motivo: camuflaba como dietas (no cotizaban hasta que Rajoy cambió la ley precisamente para frenar el fraude) una parte del salario de sus empleados, al menos así lo cree la fiscal que lo investiga, un asunto que tiene muy preocupado al presidente de la UD Las Palmas.

¿Y de la juez que da nombre al caso Rosell que decimos? Está de campaña. Ahora no es momento de repóker.

Luis Socorro, periodista 

Florentino López Castro

Florentino López Castro

Deja un comentario