Cuando las redes sociales se hicieron eco de la ausencia de la alcaldesa de Telde en la Romería ofrenda de Virgen de las Nieves, Patrona de la ciudad y alcaldesa perpetúa, el gobierno a través de sus “salvapatrias” respondió diciendo que “estamos en un estado laico y que los gobernantes no tienen que significarse por ninguna opción religiosa, ni acudir a ninguna manifestaciones religiosa”.
Algo está cambiando cuando la alcaldesa reconoce a la Virgen del Pino como “nuestra Patrona”. No queda claro si la alcaldesa, Carmen Hernández, ha recuperado su espíritu cristiano o se trata de una metamorfosis de la fe del converso.
La fe del converso es la de aquel que ha cambiado de opinión por el motivo que sea y toma posiciones no solo totalmente contrarias a lo que antes pensaba, sino incluso extremas dentro de su nueva corriente. Hoy en día se dice que alguien tiene la fe del converso cuando, viniendo de una opinión, se muestra radical en sus nuevas manifestaciones. Lo que está claro es que todos los caminos conducen a Teror.
¡Viva la Virgen del Pino!
