«Muertes institucionalizadas y nunca hay un responsable»

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Hoy les voy a hablar de las muertes institucionalizadas, si, institucionalizadas. ¿Les parece fuerte?, pues es la puñetera realidad. Lo mejor de todo es que los “presuntos” culpables, por acción u omisión, de dichas muertes, salen a los medios ofreciendo lo de siempre, “su solidaridad con las familias”. Como si la solidaridad, le devolviera la vida a su familiar fallecido, cuan, “LÁZARO, LEVÁNTATE Y ANDA”.

Les sitúo a ustedes en el tema, debido a que los medios apesebrados a la publicidad institucional, cumplen órdenes superiores y silencian estos temas para, según dicen, evitar alarma social. Somos, según los eslogan políticos, siete sobre un mismo mar, aunque por fin ya somos ocho, con nuestra querida LA GRACIOSA, que toda la vida ahí y ahora se han dado cuenta de su existencia.

Resultando que para esos politicos solo existen los problemas de las islas llamadas “mayores”, del resto es solo cubrir apariencias y sellar las bocas. Claro, se acuerdan de ellas cuando hay que pedir el voto cada cuatro años, el resto del tiempo, allí se busquen la vida.

Lo ocurrido hace unos días, a un señor, un caballero, un contribuyente, un vecino nuestro, un canario, sufre un “ictus” o accidente cerebrovascular, que es uno de los motivos más frecuentes de asistencia neurológica “urgente”, provocado por un trastorno de la circulación cerebral. Cada minuto que pasa, las posibilidades de recuperación se reducen.

Es una de las causas más importantes de incapacidad permanente del adulto y la segunda causa de muerte (la primera en mujeres). Además, puede provocar secuelas que afecten de manera importante la calidad de vida. Por todo esto, es vital acudir de manera precoz a un centro hospitalario para instaurar el tratamiento cuanto antes y aprovechar la neuroplasticidad del cerebro que hace que, en esas primeras horas, sea más fácil recuperar las funciones cerebrales afectadas.

Resultando, que un paciente ingresado con ictus en el hospital general de Fuerteventura Virgen de La Peña, previamente remitido al mismo desde un centro privado de Puerto del Rosario y que necesitaba ser evacuado de forma urgente a un hospital de referencia en Gran Canaria, hospital al que llegó CUATRO HORAS después, si, han oído bien, CUATRO HORAS después, falleciendo a su llegada al hospital.

Pero, se preguntarán ustedes, ¿cómo es posible?. La respuesta es sencilla y nos la da el mismo consejero de Sanidad, sin caérsele la cara de la vergüenza, con el siguiente comunicado:  “La Consejería de Sanidad confirma que se produjo un retraso. Uno de los dos helicópteros que hay en Canarias no podía despegar de Los Rodeos por las malas condiciones meteorológicas y el otro se encontraba en un servicio urgente”. Venga, y a otra cosa, que el muerto no es pariente de él.

Claro, la sociedad se pregunta:, ¿cómo es posible que una evacuación por ictus tarde cuatro horas por falta de helicóptero?. La respuesta es sencilla, solo existen dos helicópteros medicalizados del Servicio Canario, para ocho islas. Y en una de ellas, la isla del oeste, la base del helicóptero está situada en el aeropuerto más peligroso de España y el aeropuerto con más fallecidos en accidentes aéreos de éste planeta. Lo mejor del caso es que en esa isla hay otro aeropuerto inmenso, donde una base de helicópteros no tendría problemas climatológicos de ningún tipo.

Claro, que esto no es nada nuevo, solo hay que preguntar en las islas, mal llamadas “menores”, cuántos fallecidos han habido por la falta del servicio de helicóptero o por la tardanza en el servicio. Se sorprenderán de la cantidad.

¿Saben ustedes cuántos helicópteros para emergencias existen en esta bien llamada república bananera?. Tenemos los dependientes del Gobierno Canario, que son DOS helicópteros, con base en Gando y Los Rodeos y los SEIS helicópteros del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) que realizan labores de salvamento-rescate e intervienen en emergencias de distinta naturaleza y de un avión medicalizado.

Además, tenemos los pertenecientes al Estado, como son DOS helicópteros, uno de la Guardia Civil y otro de la Policía Nacional, ambos con capacidad para llevar una camilla. Y si nos hacen falta más helicópteros, tenemos los del Ejército de tierra, creo que son CUATRO y los del Ejército del Aire que son DOS. A estos hay que sumarles los de Salvamento Marítimo, que son DOS y UN avión. El Grupo Intervención Operativo De Rescate Y Salvamento, ONG privada con UN helicóptero, que con una llamada de auxilio se pone en marcha, tiene su base en Gran Canaria.

Y yo me pregunto, ¿cómo es posible que ante una urgencia como la reseñada, no había un puñetero helicóptero, que acudiera a ella, existiendo un mínimo de 18 y DOS aviones, repito DIECIOCHO helicópteros y DOS aviones, basados en las islas?. La respuesta es sencilla, la dejadez de funciones de unos políticos, acostumbrados a que les dejemos vivir a costa de nuestros impuesto.

Que en esta muerte, lo mismo que otras, existe un “presunto” culpable, ya sea el sistema o las garantías políticas de esos personajes, no me cabe la menor duda. Y les reitero, que pese a la gravedad del estado del paciente, en toda Canarias, según el Consejero de Sanidad, no había ningún helicóptero disponible para realizar el traslado, cuando se hizo la llamada desde el hospital Virgen de La Peña.

La imagen es bastante explicita, pues dice el Consejero de Sanidad que no había helicóptero para trasladarlo.

Otra cosa hubiera sido, si el traslado fuera de unos inmigrantes de patera o cayuco y después tienen la desfachatez de llamarnos racistas. El abandono es real como la vida misma y si supieran ustedes, lo que ocurre con los familiares de los enfermos de las islas menores ingresados en los hospitales de referencia, ya clamarían al cielo, pero eso es otra historia, que ya les contaré.

Doramas

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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