El sociólogo José Carlos Martín Puig, afirma sobre la primicia informativa de ONDA GUANCHE sobre la agresión machista sufrida por una limpiadora de Telde mientras trabajaba en el Hospital Insular de Las Palmas de Gran Canaria que «resulta, cuando menos, penoso, que los llamados medios de comunicación importantes de esta isla, de Canarias y el Estado aún anden sordos, ciegos y mudos en este lamentable caso. Más cuando se trata de una agresión muy violenta a una mujer, en un ámbito laboral y en un centro médico. Por menos ya hubiéramos tenido una portada, un reportaje, una editorial.
¿A qué y por qué este silencio? ¿Donde se encuentran tantos colectivos y activistas? ¿Dónde están los de las fotos facilonas, proclamas multitudinarias y minutos de silencio?. Es más que evidente que este individuo ha tenido un comportamiento derivado de un trastorno mental de fondo pero, ¿por qué no existía entonces un adecuado protocolo preventivo o a posteriori otro que responda adecuadamente ante lo ocurrido?.
En el país de la basura mediática por asuntos menores y domésticos, esto parece no merecer un tratamiento informativo riguroso, un análisis de fondo sobre las condiciones en que muchas trabajadoras realizan su trabajo. Esta mujer es una Kelly del ámbito sanitario, una sanitaria más de las que tanto aplaudíamos hasta hace sòlo unos días por el Covid. Aún estamos a tiempo de que se retraten como deben todos los que tienen algo que decir y hacer en este penoso episodio, eso sí con hechos y no palabras vacías. Porque de discursos estamos hartos.
Una mujer trabajadora sanitaria ha podido morir en uno de los hospitales más importantes de Canarias y aún nadie competente se ha personado como debe. Nadie.
