La Policía Local de Telde continúa mejorando sus medios técnicos y estos días han incorporado un nuevo etilómetro de precisión al conjunto de instrumentos para la detección de la alcoholemia en el organismo de los conductores.
El concejal de Seguridad, Agustín Arencibia, explica que con este nuevo aparato se moderniza el equipo de la Policía Local, que cuenta con algunos etilómetros que, pese a seguir funcionando, tienen más de 20 años de antigüedad y son de gran tamaño, lo que conlleva dificultades para su transporte.
Por este motivo, se consideró “de vital importancia la propuesta de la Jefatura de la Policía Local para la adquisición de un etilómetro portátil de tamaño y peso reducido, de fácil manejo y transporte incluso en motocicletas policiales, que sea capaz de realizar una prueba pasiva (de muestreo) y, al mismo tiempo, una evidencial con el mismo aparato, que es la legalmente establecida por la normativa de tráfico”, señala Arencibia.
Este dispositivo cuenta con adaptador CA, baterías de larga duración recargables, boquillas, adaptador a mechero del vehículo, estuche para transportar el equipo e impresora portátil con conexión inalámbrica a Bluetooth, además del Certificado oficial del Centro Español de Metrología.
Este etilómetro, añade el edil de Seguridad, no solo se utilizará en los controles con los conductores, sino en las labores de prevención de consumo de alcohol en las vías públicas, en especial entre menores.
Este nuevo dispositivo se une al adquirido en noviembre para la detección de la presencia de drogas en el organismo a través de una prueba salival, que posteriormente de ratifica con el análisis de un laboratorio autorizado de una muestra mayor de este líquido.
El drogotest que utiliza la Policía Local de Telde detecta, entre otras sustancias, la presencia de anfetamina, metanfetamina, MDMA, cocaína, opiáceos, cannabis y benzodiacepinas.
Este aparato ha sido utilizado en recientes intervenciones de la Policía Local, como en Tufia, en febrero, donde se detectaron varios positivos en consumo de estupefacientes, o en las antiguas instalaciones militares de El Goro, así como en distintos controles de tráfico.
Agustín Arencibia destaca que estos dispositivos requieren una formación específica de los agentes policiales, tanto en su manejo como en el control de la custodia de las pruebas desde el momento de la toma de las muestras hasta su análisis en el laboratorio especializado, con el fin de garantizar su fiabilidad y que puedan ser viables como pruebas judiciales en los casos que sea necesario.
