La empresa concesionaria del aparcamiento subterráneo de San Juan ha interpuesto un contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento de Telde en el que reclama una indemnización de 3 millones de euros. Podrían haber alegado un desequilibrio económico-financiero respecto a lo previsto en la concesión.
El aparcamiento bajo rasante de San Juan parece abonado al conflicto, o la mala suerte. A los innumerables avatares por los que pasaron las obras, con varias paralizaciones y la posterior ruina de la concesionaria, se le suma ahora una apertura que tiene visos de acabar frustrada. AMMAP, la empresa local que recogió el testigo de Calvican, ha interpuesto un contencioso administrativo contra el Ayuntamiento de Telde en el que le pide una reclamación patrimonial de 3 millones de euros.
El recurso no es de ahora, aunque es ahora cuando sale a la luz. Fue presentado en los tribunales en los tiempos en que aún gestionaba la Corporación local el gobierno que presidía Mari Carmen Castellano. Y por las fuentes consultadas, el motivo alegado por el concesionario es un desequilibrio económico-financiero de la empresa.
La empresa que compró la concesión a Calvicán, invirtió 3,2 millones de euros para reabrir en 2012 las dos plantas del aparcamiento con 269 nuevas plazas que llevaba en obras y sin terminar desde el año 2000, cuando el Ayuntamiento lo adjudicó. Entonces se anunció que estaría en servicio las 24 horas y que la empresa asumiría también la finalización de la plaza pública que estaba prevista en la cubierta del edificio, pero al final nunca empezaron las obras.
No gustó la reapertura del solar
Entre los compromisos que la propia ex alcaldesa, Castellano, anunció durante la visita que giró al aparcamiento subterráneo con motivo de su apertura en 2012 fue la decisión del Ayuntamiento de cerrar de manera progresiva los terrenos habilitados como aparcamientos en solares públicos y privados en el casco. Quiso con ello expresar el deseo de la Corporación municipal de no contribuir a generarle al recinto una especie de competencia desleal por cuanto al edificio del aparcamiento se le obligaba a cumplir con ciertos requisitos legales, de seguridad y económicos, de los que, sin embargo, estaban exentos esos otros aparcamientos al aire libre.
Pero el problema es que no hubo un cierre progresivo. El aparcamiento abrió a principios de abril y el 17 de mayo de 2012 la ciudad amaneció con los seis solares que se usaban para aparcar cerrados. Lo ordenó el gobierno y no se avisó siquiera a la ciudadanía, lo que despertó la indignación popular. La oposición no tardó en hacerse eco de aquel clamor y prometió reabrirlos si llegaba al gobierno. Y eso es justo lo que hizo la nueva alcaldesa este lunes. El caso es que ya hay fuentes que avisan de que la empresa podrá usar esta reapertura en su demanda.
Fuente: Canarias7
