HUELGA DE BASURA PARA OCTUBRE EN TELDE EN PLENA OLA DE REBROTES DE COVID-19

Otra vez pende la sombra del conflicto laboral sobre el servicio de la recogida de residuos sólidos de Telde. Por lo pronto, los trabajadores ya han dado el primer paso. Han presentado un preaviso de huelga para el próximo 13 de octubre. Ya lo saben tanto la empresa, la UTE Valoriza-Hermanos Santana Cazorla, como el Ayuntamiento. Y mientras el personal avisa con echarse a la calle, la UTE reclama al consistorio una actualización de los precios del contrato, que data de hace más de 10 años.

Desde el comité de empresa explican que el preaviso se convoca para exigir a la UTE que negocie el convenio colectivo, que no se renueva desde 2010, y para pedirle también que reorganice los turnos para cumplir con el laudo que obliga a la empresa a garantizar que sus trabajadores libren 48 horas seguidas a la semana. Esa resolución judicial, que es de obligado cumplimiento, debería estar aplicándose desde el 1 de enero de 2020. Aún no se ha ejecutado.

En todo caso, los trabajadores dicen ser conscientes de que las circunstancias que rodean al servicio son especiales. Esta UTE tomó posesión del servicio el 1 de febrero pasado al lograr, tras una larga batalla judicial, que los tribunales les dieran la razón y decidieran que el contrato que se le dio a FCC en 2009 debió habérsele adjudicado a esta UTE. Así las cosas, la nueva concesionaria ha asumido ahora el servicio con las condiciones y precios que ofertó hace 10 años, precios y costes que, por razones evidentes, han quedado desfasados. Para empezar, los sueldos de los trabajadores ya no son los mismos ahora que entonces, ni el precio de la maquinaria. Por eso, explican desde el comité, entienden la posición de la UTE: antes de negociar el convenio, quieren actualizar los precios con el Ayuntamiento y han convocado el preaviso de huelga con tanto margen de tiempo para que consistorio y empresa negocien esa revisión. Su objetivo, aclaran, no es la huelga, sino instar al acuerdo.

Desde la empresa solo se apuntaba ayer su «total disposición» a mantener una vía de diálogo y entendimiento con los trabajadores y subrayaba la «máxima sensibilidad» para atender las demandas laborales «que sean de su responsabilidad», pero ponía una condición: «siempre y cuando se garantice la actualización de los precios del contrato a la realidad actual».

Y el ayuntamiento, por su parte, reconocía ayer la reclamación de la UTE, que ya le presentó formalmente una propuesta. El gobierno local la estudia, hace sus números y trabaja con la idea de sentarse en septiembre con la empresa a negociarlos. Ahora bien, advierte a la UTE de que ese proceso no es óbice para que cumpla con los acuerdos que tiene con los trabajadores. «Ha de cumplir el contrato, si no, nos veremos obligados a abrirle expedientes».