«Entramos»

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La gente poco preparada, como sucede con numerosos periodistas de muchos diarios y medios televisivos en España, propagan que el votante futuro de Vox, vendrá de lo que denominan extrema derecha clásica. Ignoran, como sucede en Europa, que el populismo, y Vox lo es, se nutre principalmente de la izquierda. Del sector social menos favorecido de la sociedad. El salmón de Vox nacerá en Podemos y en el PSOE, no, en general, del PP o Ciudadanos. Tampoco en el independentismo. Pero si populismo es decir una cosa y cumplirla, me vale ése populismo.

Algunos creidos-tótems periodísticos y los analistas que los acompañan, sacados de manuales del siglo XX, parecen desconocer que hemos cambiado de siglo. La dinámica ya no va de izquierda o derecha, va de algo tan simple, pero tan antiguo, como el populismo. Dicho de otra manera, del dinero en el bolsillo de los españoles. El presentador subvencionado y otros palanganeros de esa izquierda divina, no viven en un barrio donde deben saltar entre manteros, esquivar violencia gratuita de inmigrantes sin futuro, y en muchos casos sin papeles, o viajar en metros donde giras la cara y ves una mano introduciéndose en cualquier cartera de un turista. Ellos, viven en sus barrios cerrados, donde la máxima variedad es el acento del repartidor de turno de UPS.

Triste será, para los tótems periodísticos y sus respectivas guardias pretorianas, cuando descubran que ellos son los grandes hacedores de la campaña de Vox. Sus espectadores, lectores u oyentes, son los votantes potenciales del partido de Abascal. El salmón no nace en Yemen, aunque quienes conocemos el país sabemos que hay montañas, cursos fluviales rápidos y gente que, con acierto o no, es capaz de convertir lo imposible en posible. Y éso en la política española no es el salmón, pero sí tiene un nombre: convertir el votante de Podemos y del PSOE en el principal suministrador de votos a Vox. Al final, Santiago Abascal deberá agradecer el trabajo a vacuos profesionales de la información, que en principio, podrían parecer su antítesis.

Las elecciones andaluzas abrieron el 2 de diciembre, un ciclo, que lo colonizará todo en los próximos meses. Andalucía, el bastión socialista por excelencia, parecía a priori una plaza excelente para medir la fortaleza del PSOE de cara al maratón electoral y testar así, el impulso del «efecto Moncloa», tras la llegada de Pedro Sánchez al poder. Sin embargo, la amarga victoria de Susana Díaz no imprimió el ánimo esperado a las tropas, sino que ha contribuido a irradiar una sensación de desasosiego, que invade el partido y que ya se ha traducido en los próximos despidos de todos los enchufados.

Con la entrada de un nuevo actor por la derecha (Vox) y una izquierda mermada en sus expectativas, el temor de perder la hegemonía territorial que cosechó el PSOE en 2015 a través de alianzas electorales, pero con el peor resultado de su historia, cunde ya entre los barones que miden los siguientes pasos bajo una premisa común: intentar marcar distancias con la política del Gobierno, especialmente en Cataluña. En contraposición, Pedro Sánchez llamó a consultas a sus líderes territoriales afines el pasado miércoles en Moncloa, para demandar «unidad de acción» y vender los resultados de una gestión gubernamental que apenas ha comenzado a despegar y no despegará,

Un equilibrio de fuerzas tan frágil como el que permitió a la izquierda de PSOE y Unidos Podemos doblarle el pulso al PP –como fuerza más votada en las pasadas elecciones autonómicas y municipales– podría verse ahora dinamitado con la entrada por la derecha de un partido como Vox, que puede apuntalar la alianza de PP y Ciudadanos.

Según los datos que corren por ahí, los territorios más permeables a la irrupción de Vox serían la Comunidad de Madrid, Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana y Canarias. El efecto que han tenido los doce diputados de la formación de Santiago Abascal en el Parlamento andaluz, se ha traducido en el riesgo cierto de perder Canarias íntegramente. Esto ha hecho que los presidentes de CC, NC, PSOE, PP, PODEMOS y IU, hayan clamado al unísono esta semana por la ilegalización de VOX, ante la situación de los últimos días, denominándoles anti-constitucionales, ahí se observa el miedo a la irrupción de VOX.

Por su parte, Roman Rodriguez, ya se siente ninguneado por su amigo del alma, un tal Quevedo, que no comparte la «línea dura», ha preferido desechar el escenario de un adelanto electoral que lleva meses barruntandose, aunque según las últimas encuestas publicadas, los de CC, NC, PSOE, PP, PODEMOS e IU, no van a revalidar nada, dos o tres diputados cada uno, el resto para VOX, sin necesidad de depender del apoyo externo de… NADIE.

Por contra, las encuestas que se manejan en toda Canarias, dejan a Vox las mayorías absolutas en Cabildos y Ayuntamientos. Todo dependerá, entonces, del camino que elijan transitar los votantes, sin enfocarse hacia la continuidad del descrédito y los abandonos de esta o de la anterior legislatura. En Canarias, a los políticos de “toda la vida”, también les cunde el nerviosismo. Si bien, los estudios demoscópicos le darían la victoria a VOX, la victoria que nos importa es la más cercana, la de nuestro municipio.

Hablo de Telde, dónde ya han empezado los electos a la alcaldía, a su repetición cuatrianual de lo mismo de siempre. Promesas y promesas, nunca cumplidas. Solo hay que leer, las noticias y comprendemos, porque ya huelen, que van a tener que ir a la cola del paro. Por ahí, aún se despachan despreciando a VOX, pero a la hora de la verdad, veremos, quien desprecia a quien. Aquí, muchos se van a tener que sentar en el banquillo de la sociedad y aclarar muchas cosas. No bastará con levantar alfombras, que precisamente ya no están a ras del suelo, de tanta y tanta basura escondida bajo las mismas, porque las alfombras están por lo techos.

El microclima teldense, se está creando poco a poco y conseguirá lo que todos desean, pero nadie ha querido crear. VOX a llegado y será para quedarse por muchos años. El escenario se antoja, por tanto, endiablado ante la llegada por fin, de LA VERDADERA DEMOCRACIA.

Doramas

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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