El temporal causa estragos en Telde

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Ni los más viejos recuerdan haber visto ayer el caos en que se sumió Telde tras la fuerte tromba de agua que descargó hasta 105 litros por metro cuadrado en algunos puntos. Casi no hubo un rincón que saliera indemne y al final hizo falta llamar incluso al Ejército, a la Unidad Militar de Emergencias, para que reforzara el dispositivo montado. Carreteras y barrancos se convirtieron en caudalosos ríos de barro y ramas y hasta cinco personas, entre ellas un bebé de apenas un año, según informó anoche la alcaldesa, Carmen Hernández, tuvieron que ser rescatadas in extremis, a pique de que se los llevara la riada o de que perecieran ahogados. Otras cuatro, una pareja y dos niños, fueron rescatados en Ojos de Garza por dos guardias civiles de tráfico de la capital. Estaban aterrorizados y agarrados a una barandilla para que no se los llevara la barranquera. Y en esa misma zona, el canal que baja hacia la Base Aérea arrastró a unos 7 vehículos que estaban aparcados bajo el puente que forma la GC-1 y en donde suelen dejarlos empleados y usuarios del aeropuerto. Según el edil de Seguridad, Juan Martel, dos acabaron en el mar. Con todo, subrayó Hernández, lo positivo fue que, con la que cayó, no hubo daños personales.

Al cierre de la edición seguían reunidos en el Centro de Comunicaciones de la Policía Local, en La Garita, la alcaldesa, Martel y el jefe de la Policía Local, Félix Ramos. Esperaban a la UME, que llegó a las 23.00.Antes se les habían sumado el presidente del Cabildo, Antonio Morales, y el consejero de Emergencias, Juan Manuel Brito, en cuyas manos quedó la coordinación de todo el dispositivo tras la elevación de la situación al nivel uno de emergencia.

Los sectores que se llevaron la peor parte fueron, como pasó también el jueves, Jinámar y la costa. Primero la tromba hizo estragos entre los jinameros, a primera hora de la tarde, y después avanzó hacia el Sur y se cebó con La Garita, Melenara, Salinetas y Ojos de Garza.  En Jinámar volvió a inundarse la iglesia, se anegó otra vez el garaje con 23 coches y 15 motos a los que el día anterior apenas se les veía el techo, se produjo un nuevo desprendimiento en Cortijo de Belén y un derrumbe de tierra y piedras a la altura de La Majadilla obligó a cortar, también ayer, la GC-100, la carretera de Telde a Jinámar.

En la costa los principales destrozos fueron producto de las barranqueras que volvieron a partir las playas en dos. Hubo puntos, como en la calle Américo Vespucio (Salinetas), en que la riada pasó por encima de la vía. El antiguo campo de fútbol de Melenara pasó a ser una piscina gigante y el agua allí embalsada entró en los restaurantes del paseo.

Canarias7

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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