El fiscal ha dictaminado favorable la petición de recusación del magistrado Salvador Alba como ponente y miembro del tribunal de la Audiencia Provincial de Las Palmas que juzgará el caso Faycán. Aduce hasta cuatro argumentos que ponen en duda la imparcialidad del juez. La última palabra la tendrá ahora la propia Audiencia.
El fiscal Luis del Río tuvo que pronunciarse a raíz de que la representación procesal de uno de los acusados en este proceso, Ángel Omar Suárez Suárez, presentara un incidente de recusación del magistrado Salvador Alba Mesa a pocos días de la fecha prevista para el inicio de la vista oral, que al final ha tenido que retrasarse hasta mediados de enero de 2018. El caso Faycán dirimirá el supuesto pago de comisiones ilegales por adjudicaciones de obra pública en el Ayuntamiento de Telde entre 2005 y 2006 y sentará en el banquillo a 29 acusados entre políticos (entre ellos, dos exalcaldes), funcionarios y empresarios.
Alegaba el acusado la existencia de una enemistad manifiesta entre el que es su nuevo abogado, Sergio Armario, cuyos servicios contrató hace apenas unas semanas, a principios del pasado mes de septiembre, y el propio Alba. Y el fiscal concluye en su informe que «objetivamente concurren indicios suficientes para sustentar la alegada enemistad manifiesta que el magistrado pudiera sentir hacia el letrado», al que, como se encarga de recordar Luis del Río, el juez Alba ha denunciado, «pudiendo afectar este hecho a su imparcialidad».
Desde la perspectiva de un espectador objetivo, en la que se sitúa el fiscal, advierte hasta cuatro datos que hacen dudar de la necesaria imparcialidad del magistrado. El primero, que Alba denunció al abogado, a Armario, lo que dio lugar a unas diligencias judiciales en el Juzgado de Instrucción número 2 de Las Palmas de Gran Canaria. Es más, apunta que el acusado aportó una grabación al letrado hecha por el juez que versaba sobre aspectos de su esfera privada. El segundo, que los hechos son de gran relevancia y que salieron en los medios de comunicación. El tercero, el poco tiempo que ha pasado desde la interposición de esa denuncia, en 2016. Y el cuarto, que el propio Alba, en otro incidente de recusación anterior por este mismo abogado, admitió que concurría la causa de recusación.
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