«EL DESPRECIO DE ESPAÑA»

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Estoy cansado de los gobiernos de España y de los gobiernos de Canarias, “amigos” de los lobbies empresariales que venden nuestros intereses al mejor postor. Ya sucedió en el pasado, cuando nos vendieron como esclavos. Posteriormente lo hicieron utilizando a los canarios como mano de obra barata, con el cultivo de la cochinilla, de la caña de azúcar, del tomate, del plátano y más recientemente con el turismo. También con el negocio de la importación de combustibles y de todo tipo de productos y ahora con la descarada venta de la energía, la producida por nuestro sol y nuestro viento a costa del territorio. Muchos fueron los que hicieron fortuna con nuestra precariedad. Aún así el pueblo canario, dócil de por demás, sigue fustigando sus complejos de buen esclavo al levantar monumentos a “los buenos amos”, los que hicieron y siguen haciendo fortuna con nuestra precariedad.

Los canarios debemos concienciarnos de que la solución a nuestros problemas sólo puede venir de Canarias. Que nadie vendrá allende los mares con soluciones mágicas. Más bien al contrario, nos explotarán mientras puedan y luego se desharán de nosotros, como hicieron con el Sahara. Se nos viene utilizando como moneda de cambio. Manipulan nuestros intereses sin apenas tomarnos en consideración. Las decisiones importantes sobre Canarias se toman muy lejos de este archipiélago.

La misma prensa y clase política intenta magnificar unos problemas para ocultar otros mucho más graves para los canarios, como la actual superpoblación de Canarias, la originada por la inmigración legal. Si, la que llega en avión.

Somos los canarios los que debemos tomar las riendas de nuestro destino con un potente empuje social, ahora “ausente”. La razón está de nuestra parte. El pueblo canario debe hacerse respetar y cuidarse de los “falsos canarios”, los que enarbolan la bandera de las siete estrellas en cada campaña electoral, para luego esconderla hasta mejor ocasión.

El discurso independentista da demasiado miedo porque siempre se nos hizo creer que somos “muy dependientes”. Hay demasiados “medradores de fortuna” que hacen su agosto en Canarias, y en base a ellos se gobierna. Muchos se han hecho ricos con nuestra tramposa realidad. Se hace imprescindible el trabajo de concienciación sobre los problemas y las soluciones de raíz canaria. No hace falta tirar de bandera en cada reivindicación, pero es de vital importancia que aprendamos a mirarnos con dignidad en el espejo de la historia, la historia que dejaremos a nuestros hijos.

En la España reciente tenemos ejemplos claros de cómo se abandona un pueblo a su suerte. Se llama SAHARA, y son nuestros vecinos y hermanos. Un territorio cuyos habitantes eran españoles de pleno derecho hasta mediados de los setenta y que, de la noche a la mañana, se les abandonó a su suerte. Ahí quiero ver a los de las pulseritas, grandes arengas y golpes de pecho. ¿Y qué dicen estos de las banderas sobre el Sahara español? Yo se los diré: NADA. No dicen nada porque son un “bluff”, una gran mentira en un gran estercolero mediático.

Tenemos un serio problema con las AGUAS CANARIAS, que debemos resolver con urgencia. España siempre nos ha dado la espalda en este asunto y el Gobierno Canario, mayordomo donde los haya, se la coge siempre con papel de fumar, pero ya es hora de retratarse porque “pintan bastos” para Canarias. Los Canarios debemos mirar de reojo al Sahara, para conocer cual puede ser nuestro futuro inmediato de no reconocerse nuestro estatus como archipiélago, según el Derecho Internacional. Vivimos en una situación de “debilidad legal” que no podemos prolongar por más tiempo. Marruecos tiene puestos los ojos -y casi las manos- en en Canarias, en sus mares y sus riquezas naturales. Y si no nos plantamos, España acabará entregando a Canarias, como ya lo hizo con el Sahara. No podemos olvidar que Marruecos sabe jugar sus cartas y que cuenta con el apoyo de EE.UU. y Francia. Ceuta y Melilla son mucho más valiosas -estratégicamente- para España.

Por lo pronto, al actual Presidente del Gobierno Español no se le ha torcido la sonrisa al declarar su disposición a que el Sahara pase a formar parte de Marruecos.

El único país europeo, de los firmantes del Convenio Internacional del Derecho del Mar, que no quiso proteger las aguas de sus archipiélagos fue España.

La pregunta es ¿POR QUÉ?

Paco Vega

Florentino López Castro

Florentino López Castro

4 comentarios en ««EL DESPRECIO DE ESPAÑA»»

  1. Señor Vega, el único motivo por el que Marruecos aún no se ha lanzado a tumba abierta por Canarias y sus recursos naturales se llama, precisamente, España. En concreto algo que una Canarias independiente tardaría mucho tiempo en tener: un Ejército. Usted puede seguir jugando a etiquetar a los canarios en «falsos» o «verdaderos» en función de si son independentistas o no. Yo aún desconozco en qué estanco o sede política se venden los carnets de verdadero canario. ¿O acaso es usted más canario que yo por desear la independencia? ¿Volvemos a aquello de los alemanes puros y los que no lo son? Para la ONU, Canarias no tiene la consideración de colonia o territorio a descolonizar. El Sáhara sí. Creo que la diferencia es relevante. Cuestión distinta es que esté de acuerdo con usted en que España, como potencia colonizadora, haya obrado muy mal abandonado a su suerte al Sáhara frente a Marruecos.

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    • Sr. Falcón, nadie está pidiendo el independentismo, pero no hay que tenerle miedo. Es más, lo prefiero a que España haga lo que hizo con el Sahara, dejarlos a su suerte. Mientras Marruecos camina con paso firme en cuanto a sus reivindicaciones, respecto a lo que considera sus territorios “y su mar”, en España se siguen “templando gaitas” con el reconocimiento del MAR CANARIO. El problema es que Canarias NO TIENE LOS DERECHOS RECONOCIDOS SOBRE EL MAR NI SU ZONA ECONÓMICA EXCLUSIVA, porque España no quiso registrar la petición a la firma de La Convención sobre el Derecho del Mar de 1982, ni en el Instrumento de Ratificación en 1997, como si lo hizo Portugal con Azores y Madeira; Francia con Martinica y la Guayana; y el Reino Unido con Las Malvinas e incluso Gibraltar (actualmente en litigio con España). Por tal motivo, las aguas entre islas -en el Archipiélago Canario- son consideradas AGUAS INTERNACIONALES. Argumento que utiliza Marruecos para reivindicar su derecho a explotarlas, ya que lo considera su Zona Económica Exclusiva. Ya hemos visto como protege España a sus colonias, En el Sahara tenemos el ejemplo reciente, con la puntilla del actual Presidente del Gobierno, al mostrarse a favor de una autonomía marroquí.
      Lo de Marruecos y el problema de las aguas canarias no es ninguna broma. Es un problema muy serio que nos deja, cada vez más, a los pies de los caballos.

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      • Sr. Vega, no pretendo convertir esto en una suerte de debate académico ni nada por el estilo pero… . La situación de Canarias no resulta comparable en casi nada con la del Sáhara Occidental. Puede resultar tentador hacerlo por nuestra cercanía geográfica y por la común vecindad con Marruecos, pero creo que sería un error. Al menos no son comparables en los que a su estatuto jurídico internacional se refiere. La presencia histórica española en el Sáhara tampoco puede compararse ni por asomo con la existente en Canarias. Por lo demás, y abriendo un poco más el objetivo, me va a permitir que muestre mi desacuerdo con eso que usted llama «desprecio de España» hacia el reconocimiento del Mar Canario, lo que ha abocado a que las aguas entre nuestras islas sean consideradas alta mar o aguas internacionales. Lo primero que conviene matizar es que Canarias (más bien España, que es el Estado soberano) sí tiene derechos internacionalmente reconocidos sobre sus aguas: la franja de mar que rodea cada isla hasta las 24 millas náuticas (esto es, aproximadamente 45 km mar adentro desde su línea de costa) son su Zona Contigua (constituyendo las 12 primeras de ellas, contadas desde la línea de costa, su Mar Territorial). Más allá de esas 24 millas náuticas, en la Convención de Naciones Unidas sobre Derecho del Mar de 1982, se produjo un gran debate entre bloques de Estados en torno a la cuestión de si los archipiélagos de Estado (como Canarias o Galápagos, entre otros muchos) debían ver reconocida una Zona Económica Exclusiva -ZEE- hasta las 200 millas náuticas medidas desde la costa. Los Estados archipielágicos (Indonesia, Japón, Filipinas, Nueva Zelanda, etc.) estuvieron en principio de acuerdo con ello, pero las grandes potencias marítimas se opusieron, sobre todo porque la aplicación del principio archipielágico (esto es, encerrar las aguas interiores -en este caso canarias- en un espacio único de soberanía del Estado, en este caso España) tendría consecuencias muy negativas en lo relativo a su despliegue estratégico en alta mar. Lo mismo ocurre en las Islas Jónicas griegas, por ejemplo. En el caso de Canarias todo se complica aún más, pues existe un conflicto entre España y Marruecos por la delimitación de sus respectivas ZEE frente a las costas canarias, pues la distancia en línea recta que separa a Canarias de Marruecos no supera los 100 kilómetros en el punto más cercano (aprox. 60 millas náuticas, que por tanto no llegan a las 200 de una ZEE normal). España defiende la línea equidistante, pero Marruecos no lo acepta (¿por qué será? ¿será acaso posible que sepan de la existencia de hidrocarburos en lado canario/español?). En definitiva, más que desprecio hacia Canarias, lo de España en la Convención de 1982 fue una derrota diplomática en toda regla. Algo que tampoco resulta de extrañar cuando enfrente tienes a potencias marítimas como EEUU, Japón o Reino Unido y cuando encima el valor geoestratégico de Canarias es tan alto (no en vano, recordemos que durante la guerra de Cuba EUU hizo planes para hacerse con ellas y durante la IIGM hicieron lo propio los aliados). En todo caso, mucho me temo que si Marruecos quisiera anexionarse por la fuerza Canarias o explotar los hidrocarburos que pudieran existir dentro de aguas de soberanía española, no se parará mucho a pensar en si cumple o no con el Derecho Internacional del Mar.

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        • Señor Falcón, para no querer debatir parece usted un político, hablando y hablando sin decir nada. La comparación viene a cuento porque el Sahara era la provincia número 53 de españa hasta 1976, cuyos habitantes tenían los mismos derechos que tienen ahora los Canarios. Sin embargo se les dejó tirados a su suerte. Parece ser que ya por aquel entonces operaban los lobies como el famoso ahora de “Acento”, de exministros del bipartidismo, como José Blanco y Alfonso Alonso, de PSOE y PP respectivamente, además de otra media docena de expolíticos, que estimaron oportuno en su día dejar abandonados a su suerte al pueblo saharaui, en lugar de darles la independencia. ¿Por qué habrían de ser diferentes las circunstancias? Los modos y las formas de esta España de negocios oscuros y contubernio de amiguetes ya los conocemos sobradamente, como lo conocen nuestros vecinos saharauis.
          Estimado señor, no voy a perder mi tiempo explicándole lo que seguramente ya usted conoce, pero se empeña en disfrazar o disimular porque dice una cosa y la contraria.
          Le voy a pasar a continuación un artículo de opinión que creo que puede arrojar un poco más de luz que mis propias palabras sobre este preocupante asunto:
          https://canarias-semanal.org/art/33533/la-mentira-de-los-tratados-de-amistad-buena-vecindad-y-cooperacion-con-marruecos#ath
          Y otro mío (con audio para que no se le fatigue la vista), por si usted o alguno de los lectores de este medio quieren profundizar sobre el tema:
          https://elrincondemaestropancho.blogspot.com/2024/01/reivindicar-el-mar-canario-una-urgencia.html

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