«Garantizando el Relevo Generacional en el Pastoreo, la apicultura y la Trashumancia»

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En el paisaje de Gran Canaria, donde la trashumancia y el pastoreo han sido pilares fundamentales de nuestra cultura y economía durante siglos, el relevo generacional se presenta como un desafío crucial. Sin embargo, gracias al compromiso del Cabildo Insular y su Consejería de Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica, se están implementando medidas innovadoras para asegurar la continuidad de estas tradiciones ancestrales.

Una de las acciones más destacadas es la creación de la Escuela de Ganadería, así como la Escuela de Apicultura, dos acciones que ofrecen formación especializada y práctica en el arte del pastoreo y la elaboración de productos lácteos y también en el manejo de la miel y otros productos de la colmena. Esta iniciativa no solo proporciona a nuestra juventud las habilidades necesarias para seguir los pasos de sus ancestros, sino que también les inculca un profundo sentido de respeto por la tierra y los animales que tanto caracteriza a nuestra cultura.

Además de la Escuela de Ganadería y de Apicultura, el Cabildo Insular ha implementado una serie de medidas de apoyo financiero y técnico para los jóvenes que desean ingresar en el mundo de la ganadería. Estas medidas incluyen ayudas por el mantenimiento de ganado, asistencia técnica para mejorar las prácticas de manejo del rebaño y acceso a mercados locales y regionales para la venta de productos primarios.

Este enfoque integral hacia el relevo generacional en el pastoreo y la trashumancia no solo garantiza la continuidad de nuestras tradiciones, sino que también fortalece nuestra soberanía alimentaria y promueve la sostenibilidad ambiental en nuestra isla. Al fomentar la participación activa de los jóvenes en estas actividades, estamos trabajando para que Gran Canaria pueda seguir siendo un lugar donde la tradición y la innovación caminen de la mano hacia un futuro próspero y sostenible.

Es imperativo que apoyemos y celebremos estas iniciativas, ya que representan un compromiso firme con nuestras raíces culturales y con las generaciones venideras. El relevo generacional en el pastoreo y la trashumancia no solo es una cuestión de economía y sostenibilidad, sino también de identidad y orgullo para todos los habitantes de Gran Canaria. Juntos, podemos garantizar que nuestras tradiciones perduren para siempre en los corazones y las manos de las generaciones futuras.

En la isla de Gran Canaria, las mujeres rurales han desempeñado y desempeñan un papel fundamental en la preservación de nuestras raíces y en el sustento de nuestras familias. Entre estas mujeres valientes se encuentran aquellas dedicadas a la trashumancia y a la elaboración y comercialización de nuestros exquisitos quesos, cuya labor es esencial para el equilibrio de nuestros ecosistemas y la continuidad de nuestras costumbres ancestrales.

Estas mujeres no solo son guardianas de la tierra y los animales, sino también de nuestra identidad como pueblo. Su compromiso con la trashumancia no solo implica el pastoreo de rebaños, sino también el cuidado de sus familias, hogares, huertas y animales. Son verdaderas heroínas que día a día luchan contra los desafíos del entorno rural, demostrando una fortaleza y una dedicación inquebrantables.

Desde un enfoque de soberanía alimentaria, es crucial reconocer y valorar el papel vital que desempeñan estas mujeres en la conservación de nuestras tradiciones y en la protección de nuestro patrimonio natural. Son parte integral de la historia y el futuro de nuestra tierra, y su labor merece el más profundo respeto y admiración.

Desde una perspectiva feminista, es imperativo destacar el empoderamiento de estas mujeres rurales, que desafían los estereotipos de género y demuestran que son capaces de liderar y prosperar en entornos tradicionalmente dominados por hombres. Su fuerza, habilidad y determinación son inspiradoras y ejemplares para todas las mujeres, no solo en Gran Canaria, sino en todo el mundo.

Es hora de que reconozcamos y celebremos el papel crucial de las mujeres rurales en nuestra sociedad, especialmente aquellas dedicadas a la trashumancia en Gran Canaria. Son el corazón y el alma de nuestros pueblos y comarcas, y su contribución merece ser honrada y apoyada en todo momento. Juntas, debemos trabajar para garantizar que estas mujeres reciban el reconocimiento y el apoyo que merecen, y que su legado perdure para las generaciones venideras.

Diego Fernando Ojeda Ramos, exconcejal del Ayuntamiento de Telde y asesor en la Consejería del sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica del Cabildo Insular de Gran Canaria

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