Siete meses de gobierno en Telde han servido para confirmar como un agradable descubrimiento a VOX. Se presentaron en el salón de plenos con dos concejalas tras un ‘sorpasso’ electoral en toda regla al PP de Sergio Ramos que iba para alcalde pero perdió mucha fuerza en la salida. La falta de habilidad para pactar de la CIUCA de Guillermo Reyes (como la llama el socialista Alejandro Ramos), privó a un partido nuevo con dos chicas jóvenes, preparadas y comprometidas, trabajar desde el gobierno por su ciudad.
Peña prefería incluir en su ‘pacto renovado’ a Juan Martel (más de 40 años chupando del bote municipal), con su pertinente troupe de enchufados y a Juan Francisco Artiles, el ‘indigno’ al que acusaban de estar a sueldo de Julián Gómez del Castillo por espurios intereses en La Mareta. Con este escenario, los ‘machirulos’ del gobierno local pensaron que las concejalas de VOX serían dos floreros más en su bonito arco plenario. Se equivocaron.
Esmeralda Cabrera y Janoa Anceaume se han erigido, contra pronóstico y por méritos propios, en la única oposición real al populismo de Peña y sus colaboradores necesarios, evidenciando que tras la máscara de ‘buenismo’ se esconde un dictadorzuelo que niega expedientes y censura a los grupos políticos adversarios. Justo lo que denunciaba hace menos de un año. ¡Qué cosas! Pero Telde es tierra prolífera en charlatanes aclamados por el populacho y lameculos que juran obediencia ciega a cambio de un puñado de monedas.
Gusta VOX Telde porque más allá de los estereotipos de partido de la ultraderecha y bla, bla, bla… dicen las cosas claritas, sin miedo, ni pelos en la lengua. Han sido las únicas en denunciar el delito contra la seguridad vial cometido por el alcalde y su ‘politilandia’ en la comitiva de Papa Noel con la connivencia de la Policía Local y Protección Civil. Con la misma rotundidad han denunciado la censura que ejecuta Peña en el salón de plenos con los grupos de la oposición, no sin antes recordarle que no tiene plan de actuación y gobierna con los mismos que cerraron las escuelas infantiles, impusieron un plan de ajuste y protagonizaron el caso Faycán. Casi nada al aparato. Eso sí, preocupa las durísimas represalias que van a sufrir, de hecho, ya reciben amenazas veladas y advertencias pseudo mafiosas para que ‘reconduzcan’ su labor. Tenemos que apoyarlas y denunciar estas prácticas porque su brillante labor fiscalizadora es imprescindible en el ‘Teldelandia’ que nos quieren vender.
Vergüenza deberían sentir partidos como el PSOE (5 concejales de vacaciones), Nueva Canarias (4 concejales desaparecidos) y Héctor Suárez y lo que sea que representa ahora políticamente en el pleno, porque tienen más miedo que siete viejas juntas, mostrándose timoratos, indecisos y condescendientes con el que, probablemente, será el peor gobierno en Telde desde el Faycán. Al tiempo. Nos queda el beneficio de la duda con la nueva Nueva Canarias (valga la redundancia), que está armando Paco Santiago y una remozada ejecutiva local. Un rayo de esperanza en el horizonte gris de la ciudad…
Florentino López Castro, posee estudios de periodismo por la Universidad Internacional Isabel I de Castilla y es director de ONDA GUANCHE