«Ya no engañan a nadie…»

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Ha empezado el baile. La cercanía de las elecciones, que este año serán varias, ha hecho que aparezcan los consabidos “y tú más”, las “actuaciones relámpago” en muchos municipios donde no se ha hecho nada en cuatro años, y las promesas de hacer lo que no se ha hecho si se gana de nuevo (es que cuatro años no dan para nada)…

La “estrella” en estos momentos es el mencionado “y tú más”, como si el mentar las vergüenzas del adversario político sirviera para hacer olvidar las corruptelas propias y que el sufrido ciudadano acabe pensando no ya en elegir al mejor partido, sino al que menos casos de corrupción tenga tramitándose en los juzgados…

Aquí vale todo: no importa el nivel de lo defraudado, ni la cantidad de dinero puesto a buen recaudo en algún banco helvético; lo importante es encontrar algún resquicio de ilegalidad o fraude en el contrincante. Ni siquiera importa si se destruyen pruebas incriminatorias que apuntasen a algún partido: estamos en Españistán, el lugar donde se aplaude al defraudador y se rinde culto al pícaro. El país donde, tradicionalmente, el ciudadano de a pié suele tener memoria de pez…

Ha llegado el momento de acordarse de las reclamaciones vecinales que no se han atendido en toda la legislatura y empezar un meneo frenético para que el día de las elecciones se vea labor realizada (aunque sea mínima, pero recién hecha parece mucho), y de ahí empiezan a verse atrocidades, como la inauguración del Hospital de Llíria, en la Comunidad Valenciana, inaugurado a toda carrera por el President Fabra y el Ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, sin estar terminado ni ser mínimamente operativo (lo que sea por un puñado de votos).

Pero no es necesario mirar tan lejos para encontrar casos dignos de mención: en Canarias, para no ser menos que Rajoy y su promesa de tres millones de empleos si es reelegido (no los ha creado hasta ahora porque no ha tenido tiempo, ocupado como estaba el hombre en sacarnos de la crisis), Australia Navarro va y se acaba de comprometer a crear 100.000 empleos en esta tierra nuestra abandonada de Dios (y del Gobierno español)…

Por su parte, el Presidente de “nuestra gente”, Paulino Rivero, se ha apuntado al mundo de ficción de Rajoy y empieza a ver de color de rosa la situación actual en que (mal) vivimos los canarios, llegando a presumir del estado de la sanidad en Canarias y negando la situación de pobreza y exclusión social en que vive gran parte de nuestro pueblo.

Parece que piensan que negando la mayor engañan a alguien más que a sí mismos, que “atendiendo” ahora a quienes hasta ayer se negaban a ver y prometiendo “actuaciones inmediatas” justifican el abandono en que han tenido a la población durante toda una legislatura…

Por poner otro ejemplo, en el municipio grancanario de Telde, donde desde hace mucho no se tapa un bache ni se atienden las necesidades vecinales hasta que salga “denunciado” en prensa por los propios ciudadanos, el grupo de Gobierno se está “apurando” para sacar deprisa y corriendo todo tipo de medidas que puedan darles votos ante la sangría que las diversas encuestas les vaticinan: desde un PGO plagado de defectos y sin consensuar con la oposición, hasta unos presupuestos que, si los ciudadanos los analizan, les arrebataría aún más votantes, pero cuentan con que el común de la ciudadanía está demasiado preocupada por poder llegar a fin de mes como para prestar atención a unos presupuestos basados en el autobombo.

Pero, seamos justos, que todas estas promesas sin sentido, actuaciones “a la carrera” y reproches mutuos sean lo más visible a estas alturas de la legislatura, no quiere decir ni de lejos que sea una norma general ni en todos los partidos que se presentan, ni en todas las personas que conformarán esas listas. Frente a lo malo conocido, tenemos formaciones y candidatos que se toman en serio el fin último de la política que no es otro que el servicio al ciudadano…

En algunos casos, formaciones que nunca han gobernado o que son demasiado recientes; en otros casos, formaciones con sobrada experiencia y eficacia demostrada a lo largo de los años y a las que les ha llegado el momento de incrementar su presencia si queremos cambiar las cosas. De nosotros depende…

(*) Angel Rivero García encanarias.wordpress.com

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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