«Votos de supermercado»

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Las furgonetas parecen la pasión de Pablo Rodríguez. El concejal de Coalición Canaria, ese que saltándose toda moralidad vigente hace tiempo que viene exhibiéndose como hombre anuncio y alcalde frustrado en su particular campaña electoral, sin importarle fechas ni normas, se ha decantado ahora por un buchito de café itinerante para tratar de convencer a los vecinos de que será el mejor candidato posible. Digo yo que será esa la intención, so pena que esa infusión de cafeto sea como desagravio a su penosa actuación en el actual mandato, insufrible no solo para la naturaleza política, sino para los ciudadanos e incluso para los trabajadores municipales.

Habría que mirar atrás, a los resultados del 22 de mayo de 2011, para comprobar que el cabeza de lista de un partido llamado nacionalista –el menos votado entonces, con apenas 3.000 papeletas- se alió con la derecha y con Ciuca (que aún no sé de qué pata política cojea) para depurar unas posibles venganzas personales y no dar apoyo a la otra opción nacionalista (NC-CCN), que fue la formación más votada. Esta fue la primera gran mentira de Pablo Rodríguez al electorado: traicionar la propia esencia y hacer todo lo contrario a lo que los electores esperaban.

A lo largo del mandato, los altibajos de los representantes de CC comandados por Rodríguez han sido vergonzosos, empezando por el capítulo de Migdalia Rodríguez y su fugaz paso por el Ayuntamiento, siguiendo por las maniobras para descabezar a Antonio Hernández Lobo y continuando por su desastroso comportamiento político, que ha querido maquillar con la nominación comprada de Ciudad Europea del Deporte 2015. Si don José Rodríguez Franco, ‘Faro de Maspalomas’, levantara la cabeza y viera que este polluelo político se fumó su nombre de una instalación deportiva y el terrero en sí… Qué temeridad e irreverencia a la historia…

Tampoco goza de prestigio entre el personal de la institución, quienes si en eso de faltar a la verdad definían a su antecesor, Héctor Suárez, como un ‘Pinocho’ de la política, dicen que Pablo Rodríguez es peor, es un ‘hermano mayor’ en el arte de la fascinación. Es decir, el chico de los carteles de alcalde no parece ser trigo limpio, aunque en el juego de semillas ahora busca suerte con el café, a ver si entre buche y buche, engaña a alguien y raspa algún voto más. Suerte.

(*) Antonio Sánchez (periodista), en LA HOJA POPULAR CANARIA correspondiente al mes de febrero de 2015

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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