Al Ayuntamiento de Telde se le acabó la paciencia. 39 días después de haber dictado la ejecución forzosa del cierre y el derribo de la estación de servicio de Repsol en Las Remudas, Urbanismo advierte que hay una estrategia dilatoria de los gestores de la gasolinera y este lunes pasó a la acción. Precintó el complejo.
Dos patrullas de policías, luego reducidas a una, y una comisión de precinto encabezada por el propio jefe de servicio de Urbanismo procedió este lunes, pasadas las 13.00 horas, a la ejecución forzosa de las órdenes firmadas y emitidas hace más de un mes. Colocaron carteles de precinto en cada uno de los surtidores, en el tren de lavado y también en el local que albergaba la cafetería y del que todavía ayer el personal de la empresa seguía retirando material y mercancías. Una cinta de la policía local y un cartel indicativo colocados en los accesos a la gasolinera advierten a los posibles clientes de que el local está cerrado y de que lo está por decisión municipal. El Consistorio cumple así con una sentencia firme de septiembre de 2010, es decir, de hace más de 4 años, que anuló las licencias de obra (2003) y de apertura (2005) que se le dieron a esta gasolinera porque se construyó en suelo rústico, donde no se permite este uso.
Según fuentes de Urbanismo, esta actuación de ayer abre la fase de ejecución subsidiaria de las órdenes dictadas, por lo que ahora será el Ayuntamiento el que encargue un proyecto de derribo de las instalaciones, lo ejecute y después pase la factura a Repsol, que es la empresa expedientada y gestora del recinto.
El Ayuntamiento decidió pasar a la acción después de que haya esperado 10 días a que Repsol cumpliera con su compromiso de cerrar de forma voluntaria. Tenía que haberlo hecho el 6 de marzo, pero pidió tiempo para ir retirando materiales y vaciando los depósitos de combustible.
(*) Fuente: Canarias7
