San Rafael y Franco

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La memoria histérica de la izmierda, es justamente eso, MEMORIA HISTÉRICA. Los historiadores y los medios, deberían insistir más en subrayar, que la única alternativa a Franco era la dictadura comunista, bajo el control absoluto de Stalin, que hubiera traído a España, el genocidio comunista (60 MILLONES DE ASESINADOS) y la más absoluta ruina económica, como ocurrió en todos los países, donde los comunistas, llegaron a gobernar después de la II Guerra Mundial.

La guerra civil española solo tuvo dos desenlaces posibles, la dictadura comunista en caso de la victoria republicana, o la dictadura militar en caso de la victoria del bando nacional. Gracias a Dios, los rojos, perdieron la guerra. No pudieron vencerlo en vida y han tenido que esperar cuarenta años, después de muerto, para enfrentarse a él. Esa es la valentía de la izmierda.

Aquí, en Telde, la MEMORIA HISTÉRICA, llega hasta el punto de desconocer que Francisco Franco, estuvo hospedado todo el mes de Agosto de 1.935, en el Cortijo San Rafael, por invitación de su propietario, el Coronel Jesús Ferrer Jimeno. Ahora, habrá que esperar una acción-reacción, de la izmierda, para la voladura de lo que queda del cortijo.

Es probable, que Franco y José Antonio, descansen finalmente en los panteones de sus respectivas familias, ya fotografiados y descritos con situación incluida, por los medios, para que la izmierda no se equivoque, a donde tienen que ir. Aunque, quien crea, que aun así les dejaran en PAZ, se equivocan. Están tan llenos de ODIO, que profanarán sus tumbas y harán desaparecer sus restos, pero, hagan lo que hagan, NI GANARÁN UNA GUERRA QUE PERDIERON, NI PODRÁN BORRAR LA VERDAD “HISTÓRICA”.

Un aspecto relevante, de este feo asunto revanchista, es el de la suprema autoridad de la Iglesia, como rectora de la Basílica del Valle y protectora de los cadáveres, allí depositados. Si la Iglesia no lo autoriza, allí nadie toca nada, lo ordene el Parlamento, o la Divina Concepción.

Lo malo es que, buscando antecedentes, nos encontramos con el cobarde silencio de la Iglesia en el caso de la exhumación del General Mola y del General Sanjurjo, en el que, al parecer, han hecho mutis por el foro, siguiendo la pauta derrotista marcada por Rajoy y su cofradía de conejos y ursulinas, mientras cantan aquello de, “QUE BUENAS SON, LAS HERMANAS URSULINAS, QUE BUENAS SON, QUE NOS LLEVAN DE EXCURSIÓN”.

Dice el viejo refrán español, que «TANTO SE AGACHA EL MULO, QUE AL FINAL, ENSEÑA EL CULO”. Es lo que le está pasando al PP, con la problemática secesionista catalana y es lo que le pasará a la Iglesia, con sus sedes y concordatos, si no espabila y empieza a mostrar los dientes, antes de que todos esos lugares, sean entregados al islam. A la Iglesia, le tienen ganas los sociatas y comunistas, desde mucho antes de 1936 y de poco servirá, que ahora se muestre complaciente con ellos, porque al final irán a por su yugular.

Claro que en este patio político de «chorizos y porteras» (Alfonso Guerra dixit) los peperos y los curas, no son los únicos en rehusar defenderse. Días atrás, se publicaba la noticia gráfica de la entrega por las autoridades militares, de una corona con un lazo color blanco, para evitar que el tradicional lazo con la bandera española, pudiera ofender a Dios sabe qué ánimos. Si hasta los militares – y con ellos su Jefe S.M. el Rey – no responden a la continua ofensa del rojerío y la progre-dumbre, no es de extrañar, que los curas tampoco la hagan. Pobre España pobre.

El francis-quismo esperanzado, es un factor más, para actuar ahora. Una misa en el Valle, con gregoriano hermoso y se retuercen. como diablos. Aunque al rojerío, lo que le pone, es la ante-sierra madrileña, con el Escorial, el Valle, el camino de Segovia y la Finca San Rafael, es demasiado para ellos.

Ahora, lo que ocurre es que el rojerío, permuta la geografía y transformará la finca San Rafael, en el Valle-Finca de los Caídos teldenses y ya tienen otro lugar a donde ir, como cuando crearon la Leyenda Urbana, de la Sima de Jinamar. En pocos días, podremos ver, la gran procesión-manifestación, de la izmierda de siempre, esa tan valerosa, precedida de la correspondiente pancarta y el flamear, de banderas terroristas, manchadas de sangre inocente, como esa de las estrellas, estrelladas.

Doramas

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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